martes, 24 de noviembre de 2009

Tarta de calabaza

Llegan un poco tarde mis recetas de calabaza...

Las medidas en esta receta están en tazas. Recordemos que para las medidas americanas, una taza es un recipiente de 250 ml.



INGREDIENTES (Para un molde redondo de 28 cm)

Masa quebrada dulce La cantidad indicada en la receta llega de sobra para la tarta.
500 gramos de calabaza cocida (2o minutos aprox), escurrida y machacada.
3/4 de taza de azúcar.
1/3 de taza de nata líquida.
2 huevos.
1 cucharada de canela molida y otra de jengibre seco molido.



Extendemos la masa quebrada sobre el molde bajo para tartas (utilizando un rodillo de cocina enharinado, o aplastándola directamente con las manos sobre el molde). Una vez hecho esto, cubrimos la masa con papel de aluminio o parafinado y colocamos algún peso sobre él para que la masa no se levante en el horno. Podemos usar legumbres o arroz, pero debemos tener en cuenta que éstas no valdrán para cocinarlas después. Lo normal es tener apartado medio kilo de habas o arroz que siempre usaremos para este propósito.
Metemos de esta manera la base de la tarta al horno precalentado, unos 15 minutos a 180º, tras lo cual retiramos el peso y seguimos horneando hasta que se dore muy ligeramente.(Otros diez minutos aproximadamente). Si los bordes se tuestan demasiado podemos taparlos con papel de aluminio.


Mientras tanto machacamos la calabaza con un tenedor, aunque si preferimos un relleno más homogéneo podemos batirlo todo en la batidora, y lo mezclamos con la nata, los huevos, el azúcar y las especias. Extendemos el relleno sobre la base una vez cocida, y volvemos a hornear hasta que cuaje, esta vez a 160º. El tiempo aproximado son unos 40 minutos.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Crema de calabacín amarillo y zanahoria

El calabacín salió amarillo por algún cruce espontáneo entre variedades que tuve en el huerto. Vale perfectamente uno verde, aunque el color de la crema será diferente.



INGREDIENTES (Para dos personas)

Un calabacín.
Una cebolla.
Dos dientes de ajo.
Dos zanahorias.
Una patata.
Un chorro de aceite de oliva.
Pimentón.
75 ml de nata líquida.
Sal y pimienta.

Cocemos en abundante agua salada el calabacín lavado (y pelado si queremos), las zanahorias y la patata. Aproximadamente serán veinte minutos, como orientación pincharemos la patata. Si el tenedor se hunde fácilmente, ya podemos retirar la olla del fuego. Escurrimos, reservando el agua de cocción para añadir a la crema si al triturar resultase demasiado espesa.

Mientras tanto habremos pochado la cebolla y el ajo en un chorro de aceite de oliva, añadiendo un poco de sal para que el cocinado sea más rápido.

Echamos la cebolla y el ajo pochados sobre las verduras cocidas, agregamos la nata y trituramos con la batidora. Vamos añadiendo agua de cocer las verduras y batiendo hasta obtener la textura deseada. Probamos y corregimos de sal, añadiendo también una pizca de pimienta si queremos.

Servimos con un hilo de aceite de oliva virgen por encima y un poco de pimentón de la vera (Por ir crudo, conviene que el pimentón sea de buena calidad).

miércoles, 21 de octubre de 2009

Alitas de pollo con sésamo.

Aquí una tapita del señor Arguiñano.



INGREDIENTES

Alitas de pollo.
Semillas de sésamo.
Huevo batido.
Sal.

La preparación es tan sencilla que casi da vergüenza hacer una entrada sólo para esto.
Colocamos las alitas de pollo en una bandeja para horno, espolvoreamos con sal, y las asamos 30 minutos a 190º o (mejor para mi gusto) 45 minutos a 160º. Al final de la cocción, batimos el huevo con energía, y pintamos las alitas de pollo, que ya han de estar doradas. Espolvoreamos por encima las semillas de sésamo de manera que queden bien pegadas al huevo batido, y volvemos a hornear, esta vez a horno fuerte (220º) durante cinco minutos más.

Espaguettis negros con salmón y nueces

Blanco y negro. Mar y tierra.

Se me ocurrió la receta en uno de los primeros días de frío de este Octubre, ya se han caído las nueces de los árboles y ¡Hay que aprovecharlas! Aunque las de este año han sido especialmente pequeñas.


INGREDIENTES (Para dos personas)

150 g de espaguettis negros más o menos, o dos raciones de la cantidad a la que esteis acostumbrados.
200 ml de nata para cocinar.
100 g de salmón ahumado.
Un diente de ajo.
Un chorro de aceite de oliva.
Una yema de huevo.
50 g. de queso parmesano rallado.
Un puñado de nueces picadas y medias para adornar.

Mientras se cocían los espaguettis (unos 10 minutos en abundante agua salada), he preparado una base de salsa carbonara: He sofrito el ajo bien picado en una cucharada sopera de aceite de oliva. Cuando comenzaron a dorarse añadí la nata y rallé el queso sobre la mezcla. Saqué del fuego y dejé templar.

Cuando los espaguettis estuvieron cocidos y escurridos, añadí una yema de huevo a la mezcla de nata y ajo, ya templada, mezclé, y añadí el salmón ahumado bien picado.

Esparcí por encima de los espaguettis y espolvoreé con nuez picada. ¡Cuidado que no se cuele ninguna cáscara o adiós a los empastes!

jueves, 1 de octubre de 2009

Empanada de atún.



INGREDIENTES Para una empanada pequeña.

Para la masa:
250 g de harina.
100 g de agua.
50 g de aceite de oliva.
Una cucharilla (de las de café) de sal.
15 g de levadura fresca prensada.

Para el relleno:
Dos cebollas.
Un diente de ajo.
Medio pimiento.
Dos zanahorias.
Un chorro de vino blanco.
Una lata grande de atún en conserva.

Formamos un volcán con la harina, en la que habremos mezclado previamente la sal, y en el centro añadimos un poco de agua templada en la que desmenuzaremos la levadura fresca, con un poco de la harina de alrededor. Espolvoreamos con harina por encima y dejamos fermentar media hora.

Mientras tanto podemos hacer el relleno: Picamos todas las verduras en brunoise y las ponemos a sofreír en una sartén con un chorro de aceite de oliva y un pellizco de sal. Es importante pochar bastante las verduras para que la empanada no resulte indigesta, yo las suelo dejar como mínimo media hora, los últimos diez minutos añado un chorro de vino blanco y lo dejo evaporar. Cuando las verduras estén suficientemente cocinadas, se añade el atún desmenuzado y se mezcla bien. Para que la empanada no resulte muy grasienta, podemos poner el relleno en un colador para que rezume todo el aceite sobrante.

Retomamos la masa. Añadimos el aceite de oliva al bol donde está fermentando la masa, y removemos con las manos, y luego amasamos, añadiendo más harina si fuera necesario hasta obtener una bola consistente y elástica. La dejamos levar una hora tapada con un paño limpio.

Cuando haya doblado su volumen, aplastamos para desgasificar, y la dividimos en dos partes, una para la base y otra para la tapa. Extendemos cada una de ellas con el rodillo y recortamos los bordes para hacer dos rectángulos, uno de ellos seis centímetros más largo y ancho que el otro.

Sobre la bandeja del horno engrasada o cubierta con papel sulfurizado, colocamos la parte más grande y cubrimos con el relleno, dejando tres centímetros limpios de masa por todo el perímetro.
Cubrimos con el rectángulo pequeño, y hacemos un "dobladillo" por todo el borde, procurando que quede con buen aspecto. Para sellarlo, utilizamos la punta de la cuchara, clavándola , sin atravesar la masa, formando una especie de puntilla.



Agujereamos con un tenedor la capa superior para que escapen los vapores de la cocción, y decoramos con alguna figura que hayamos hecho con los recortes de masa.

Dejamos reposar un cuarto de hora, pintamos de aceite y horneamos a 200 grados durante 15 minutos o más, dependiendo de lo tostada que nos guste la masa. A mí personalmente me gusta blanquita.

Si preferís una masa brillante, pintadla con yema de huevo batida en vez de aceite.

Huevos souflé con queso.

¡Facilísimos!



INGREDIENTES:

Un huevo por persona
Un pellizco de sal
Una cucharada de queso parmesado rallado por huevo.
Recipientes individuales para horno.


La receta es tan fácil que parece un telegrama:
Separamos las claras de las yemas, reservamos estas últimas (a ser posible en recipientes separados para que no se rompan) y montamos las claras a punto de nieve dura. Añadimos un poco de sal y el queso rallado. Mezclamos sin batir para que no se bajen. Repartimos sobre los recipientes para horno engrasados con mantequilla o margarina. En cada uno de ellos, y con cuidado de no romperlas, depositamos una yema. Al horno precalentado, ocho minutos, a 200 grados. Vigilar que no se quemen por encima y si se doran demasiado poner un trozo de papel de aluminio. Si las yemas nos gustan sólidas, dejaremos los huevos en el horno un total de 15 minutos.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tempura de flores de calabacín.

Fresquitas, fresquitas, recién cogidas de mi huerto... Quien las encuentre en el mercado sólo tiene que tener dos cosas en cuenta: Que de camino a casa puede que tomen un aspecto mustio, pero se arreglará en un par de horas si las dejamos en agua fresca, y que hay que lavarlas muy pero que muy bien por el interior y el exterior para evitar consumir insectos que las hayan convertido en su hogar, babillas de caracol, o peor, fitosanitarios varios.



INGREDIENTES:

Flores de calabacín.
Preparado para tempura ó
harina de trigo y agua fría.
Sal.
Aceite de oliva.

Al ser recolectora propia, tengo la opción de escoger, y este año por escasez de plantas de calabacín, sólo he recogido un ramillete de flores, y además sólo algunas macho, para dejar que las hembras desarrollen el fruto (Aunque sólo ha sido en beneficio de caracoles y babosas, pero ese es otro tema). Podemos distinguir las flores macho de las hembras en que las primeras tienen el peciolo (rabito) más largo, sin ningún tipo de engrosamiento en la base de la flor, y las hembras, además del peciolo corto, en cuanto se fecundan comienzan a desarrolar el fruto en la base de la flor, sin que ésta se estropee enseguida. Estos "minicalabacines" con sombrero floreado también pueden rebozarse y comerse en tempura, y están deliciosos, incluso mejores que las flores macho que yo he utilizado.

Después de remojar las flores en agua (con unas gotas de vinagre, para que los insectos se desprendan mejor), lo único que hay que tener en cuenta antes de ponerse a rebozar, es retirar los sépalos (esas hojitas verdes que nacen bajo los pétalos amarillos) y los estambres, que en estas flores se encuentran soldados en una sola pieza, en el interior de los pétalos (En caso de ser flores hembra, retiraremos el pistilo). Este órgano sexual no lo retiramos por impúdico, que también, si no porque sabe amargo y está muy duro.


Después de estos sencillos pero necesarios pasos, sólo hay que dejarlas secar bien, impregnarlas en harina seca, y luego pasarlas por la tempura (Masa compuesta de harinas que se mezclan con agua muy fría) y freirlas en aceite muy caliente, retirandolas a medida que se vayan dorando.

Ensalada de salmón al jengibre.

Una ensalada muy, pero que muy aromática y de exótico sabor agridulce. Las cantidades de los ingredientes pueden variar según los gustos de los comensales. Yo echo mucho sésamo y bastantes pasas de Corinto.


INGREDIENTES (para dos personas):

Un paquete de 100 gramos de salmón ahumado.
100 g de arroz jazmín.
Un puñado de uvas pasas de corinto.
Un puñado de sésamo tostado.
Una lata pequeña de maíz dulce.
Queso semicurado cortado en taquitos.
Zanahoria cruda pelada y cortada en brunoise.
Un trozo de jengibre (tamaño de un azucarillo más o menos)picado a máquina hasta convertirse en una pasta.
La ralladura de medio limón.
Sal, albahaca fresca o seca.

Lavamos el arroz jazmín antes de cocerlo 9 minutos en abundante agua con sal y unas hojitas de albahaca. Una vez cocido lo escurrimos y lo dejamos enfriar removiendo de vez en cuando para separar los granos. Una vez frío, añadimos el resto de ingredientes y mezclamos bien.

Se puede servir con salsa rosa o con una vinagreta simple a la que podemos añadir miel y jengibre rallado.

Pimientos fritos rellenos de berenjenas y arroz.

Para explicar esta receta me surge una duda que intentaré contaros... los pimientos que utilicé son los obtenidos de las semillas que planté esta primavera, y aunque creo que éstas, que había guardado del año pasado, eran recolectadas de pimiento morrón, el aspecto de los frutos de unas cuantas plantas es más bien de piquillo. Sin embargo el tamaño y el sabor son definitivamente morrones. Supongo que los que encontrareis en supermercados y verdulerías también valdrán para esta receta, aunque serán más difíciles de sellar con pan rallado, sigo suponiendo, por tener la tapa más ancha. La cuestión es probar.


INGREDIENTES (para dos personas):

Dos o tres pimientos, dependiendo del tamaño.
Dos berenjenas pequeñas o una grande.
Dos dientes de ajo.
Una cebolla grande.
100 gramos de arroz.
Un huevo batido.
Pan rallado.
Sal.

Pelamos y cortamos en dados las berenjenas, y las dejamos en una fuente honda con agua muy salada, hasta el momento de usarlas, para que expulsen el jugo amargo.

Con un cuchillo afilado, cortamos la tapa de los pimientos procurando que salga entera, y les quitamos las semillas con cuidado. Lavamos bien por dentro y por fuera. Reservamos.

Cocemos el arroz en agua salada, según las indicaciones del paquete, dependiendo del tipo. (Bomba unos 20 minutos, basmati 10.. etc.)

Cortamos la cebolla y el ajo en brunoise, y los sofreímos en un chorro de aceite de oliva y con un pellizco de sal, 15 minutos a fuego lento, hasta que empiece a dorarse. Añadimos entonces los dados de berenjena, una vez los hayamos lavado y retirado el agua. Pochamos otros diez minutos, y añadimos el arroz escurrido, que para entonces ya estará cocido. Salteamos, Rectificamos de sal, y dejamos templar para que sea más fácil rellenar los pimientos.

Con ayuda de una cuchara, introducimos la mezcla dentro de los pimientos, presionando bien y llenándolos hasta el borde mismo. El relleno queda lo suficientemente compacto para que no se caiga al ponerlos de lado e incluso boca abajo, si no es así, ¡Lo lamentaremos en el siguiente paso!

Batimos el huevo en un plato, y en otro disponemos el pan rallado. Cogemos los pimientos de uno en uno, y boca abajo, mojamos la abertura en huevo, luego en pan rallado, luego en huevo otra vez, y finalmente en pan rallado, presionando bien cada vez que los apoyemos en el pan, para que la tapa quede "sellada". En abundante aceite caliente, pasamos a freír los pimientos, primero boca abajo, apoyando el empanado en el fondo de la sartén, y después por todos lados, procurando que se hagan el mismo y suficiente tiempo por todas las caras. Freímos también las tapas con rabito para adornar.

Si la cena es de postín y somos medianamente mañosos, podemos retirar las pieles de cada pimiento una vez fritos, pero si no confiamos en nuestra destreza, podemos dejar que cada uno las retire en su plato, porque salen muy fácilmente.

Sopa de pescado rápida.

¡Para ese frío que ya se deja sentir por las noches!


INGREDIENTES

Dos cebollas pequeñas.
Una zanahoria.
Un tomate.
Dos dientes de ajo.
Un par de rebanadas de pan duro.
100 g de gambas peladas.
Una lata de berberechos al natural.
Las partes "feas" de una merluza (cabeza y cola).
Una cucharada de té de pimentón picante.

Hacemos un caldo ligero de pescado con los trozos de merluza, una cebolla y la zanahoria pelada, con un pellizco de sal. Lo dejamos cocer 15 minutos a fuego lento, retiramos los trozos de pescado y los dejamos enfriar antes de desmenuzarlos con mucho cuidado de que no vaya ninguna espina.

Mientras tanto, y en un chorro de aceite de oliva, sofreímos la cebolla y los dientes de ajo, unos quince minutos a fuego lento, hasta que la cebolla empiece a dorarse. Añadimos entonces el tomate, y tras otros cinco minutos el pan, cortado en trozos muy pequeños, y lo dejamos tostar(podemos machacarlo con un tenedor para que no se noten los tropezones). Añadimos las gambas peladas y el pimentón, y salteamos un minuto evitando que el pimentón se queme. Añadimos también los berberechos de la lata y el pescado desmenuzado. Cubrimos todo con el caldo de cocer el pescado en tanta cantidad como deseemos, pasándolo antes con un colador, y llevamos a ebullición. Dejamos cocinar unos minutos para que se mezclen los sabores, corregimos de sal, y servimos bien caliente.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Arroz frito al estilo Thailandés

La foto no hace justicia al sabor del arroz. Es una comida muy fragante, muy picante, y sabrosísima. He adaptado la receta a ingredientes que se pueden encontrar fácilmente sin salir de la ciudad.



INGREDIENTES (Para 4 personas)

300 g de arroz jazmín. (Podría ponerse en su lugar arroz Basmati)
Dos filetes finos de pechuga de pollo.
Dos filetes finos de lomo de cerdo.
Cuatro lonchas de bacon ahumado.
Dos cebollas.
Dos cucharaditas de té de pasta de guindilla thailandesa (en la foto)
100 ml de salsa teriyaki.
Sal, aceite vegetal.
Una lima.
Un trozo de jengibre fresco.



Lavamos el arroz enjuagándolo varias veces antes de cocerlo 9 minutos en abundante agua salada. Esto eliminará parte del almidón y permitirá que el arroz cocido no se amalgame. Una vez hecho lo escurrimos bien y le añadimos la corteza de la lima rallada y la albahaca fresca picada. Dejamos enfriar.

Mientras tanto, picamos el bacon y la cebolla en brunoise y la sofreímos en un wok o sartén alta, con un buen chorro de aceite, reservando un tercio de la cebolla para mezclar cruda al final y darle un toque crujiente al arroz. Si no nos gusta la cebolla cruda, la cocinamos toda.

Cuando la grasa del bacon se haya derretido y la cebolla esté dorada, añadimos la pasta de guindilla, el gengibre pelado y rallado (la cantidad depende de lo mucho que nos guste su sabor, yo suelo echar un trozo del tamaño de un azucarillo por persona, pero puede añadirse menos cantidad), y el zumo de la lima. Salteamos unos minutos y añadimos las carnes, también picadas en trozos muy pequeños. Yo he probado en varios tamaños, y cuanto más pequeños sean los trozos, más impregnados quedan de los demás sabores y aromas, por lo tanto, más ricos.

Cuando la carne cambie de color, añadimos la salsa teriyaki (que podemos sustituír por salsa de soja y una cucharada de postre de azúcar), y dejamos cocinar unos cinco minutos más, salteando o removiendo sin parar.

Justo antes de servir, ahuecamos el arroz ya frío con un tenedor, para separar los granos, y lo añadimos al wok o sartén para saltearlo y mezclar con la salsa. Si hemos reservado parte de la cebolla cruda, es el momento de añadirla también.

¡Servir con abundante bebida y ensalada fresca para aliviar los picores de la guindilla!

jueves, 10 de septiembre de 2009

Torta provenzal



Yo he hecho dos tortas: Con queso, tomate concentrado,albahaca, aceitunas negras y sésamo uno, y anchoas, aceitunas negras y romero el otro. Podeis añadir vuestros ingredientes favoritos, cebolla, ajo, pipas, aceitunas verdes, perejil...



INGREDIENTES:

500 gramos de harina.
300 g. de agua.
50 g de aceite de oliva virgen.
15 g de levadura de panadería prensada.
10 g de sal.
Condimentos y hierbas variadas.

En un cuenco grande, amasamos todos los ingredientes menos los condimentos, hasta formar una masa elástica que se despegue de las paredes. La dejamos reposar en un sitio cálido y tapada con un paño limpio, una hora apróximadamente.



Transcurrido ese tiempo, amasamos ligeramente y dividimos la masa en dos trozos. Con la ayuda de un rodillo y sobre una superficie enharinada, aplanamos cada una de las piezas en unas tortas de un cm de grosor aproximadamente. Distribuímos sobre ellas los condimentos, y plegamos los bordes hacia dentro hasta formar un paquetito.

Volvemos a pasar el rodillo aplanando la masa hasta formar una nueva torta de un centímetro de grosor, le hacemos unos cortes que atraviesen la masa del todo, y dejamos reposar otra vez, en esta ocasión dos horas. Cuanto más cálida sea la habitación, antes levará el pan, pero recordad los impacientes que a una temperatura superior a los 50º la levadura muere y no fermenta. Lo digo por si a alguien se le ocurre poner el pan a levar en el horno caliente para acelerar el proceso.

Al cabo de este tiempo tendremos unas tortas de unos 4 cm de grosor. Podemos pintarlas con aceite y espolvorearlas con semillas de sésamo, amapola, o hierbas picadas. Las horneamos a 200º (horno precalentado) durante 15 minutos. Mejor con algo de humedad en el horno: Para ello colocaremos un recipiente resistente al calor lleno de agua. Para comprobar que el pan está hecho no nos podemos fiar sólo del color de la corteza. Al golpeado tiene que sonar hueco, y si aún no estamos seguros... ¡Dadle un mordisco! ¡Caliente está buenísimo!

Pastel de mascarpone y peras caramelizadas

Los ingredientes de esta receta dan para tres moldes bajos de 15 cm de diámetro. En teoría se sirve caliente y recién hecho para que esté esponjoso, pero nosotros lo hemos probado frío y al día siguiente, y también está muy rico aunque bastante más compacto.



INGREDIENTES

180 g de queso mascarpone.
2 peras pequeñas.
50 g de azúcar.
2 huevos.(Sobrará una yema)
30 g de maicena.
Esencia de vainilla (o media vaina).
Mantequilla.
Canela en polvo.

Engrasamos los moldes con mantequilla y los espolvoreamos de azúcar. Reservamos.

Con una cucharada de mantequilla y una de azúcar, y en una sartén antiadherente, salteamos las peras peladas y laminadas, añadiendo al final unas gotas de esencia de vainilla. Las dejamos caramelizarse a fuego fuerte cuidando de que no se quemen, y cuando estén doradas las reservamos.

Calentamos el queso mascarpone, añadiendo el azúcar. Mezclamos bien con varillas, y añadimos la maicena desleída en un poco de agua o leche. Seguimos batiendo con las varillas a fuego lento hasta que espese la mezcla y obtengamos una consistencia de bechamel ligera. Retirar del fuego y dejar enfriar.

Separamos las claras de las yemas, y añadimos una yema a la mezcla de queso, una vez templada, removiendo sin parar hasta su completa integración.

Colocamos los trozos de pera en el fondo, procurando hacer un dibujo bonito (al desmoldar el pastel será esta la parte superior), y vertemos también el jugo resultante de caramelizar las peras.

Por otro lado, montamos las claras a punto de nieve, y añadimos a la mezcla de queso, azúcar y maicena. En este paso es muy importante no batir para mezclar, si no ir moviendo muy suavemente con una cuchara o lengua de silicona hasta que todo esté integrado. Si usásemos varillas o removiésemos muy bruscamente, las claras se bajarían y el postre perdería su esponjosidad.

Vertemos la mezcla sobre los moldes con las peras en el fondo, y horneamos 15 minutos a 180 Cª. El postre sube pero al enfríar vuelve a bajar.

Servir desmoldado y espolvoreado con canela.


También se puede hacer una tarta de queso sin las peras, en este caso añadiremos 10 g de azúcar a la crema para sustituír el punto dulce de la fruta caramelizada.

Truchas con jamón y almendras.

En teoría hay que gratinarlas antes de servir para que se tuesten un poco las almendras, pero el comensal principal llegó antes de tiempo con el estómago vacío y nos las zampamos así de blanquitas.



INGREDIENTES (Un poco al tuntún, que en esta receta no hace falta ser precisos)

Una trucha de ración por persona.
Un puñadito de almendras fileteadas por persona.
Una loncha de jamón serrano por persona (y una más para decorar).
Un diente de ajo por cada dos personas.
Sal.
Harina.
Aceite de oliva.
Vino blanco.
El zumo de medio limón por cada dos personas.

Una vez limpias y saladas las truchas, introducimos una loncha de jamón serrano en el hueco de las tripas, las enharinamos, y las freímos en abundante aceite de oliva.

Mientras tanto y en otro chorrito de aceite de oliva, freímos el ajo picado muy fino, las almendras fileteadas y un poco de jamón también picado muy pequeño. Cuando las almendras comiencen a dorarse, se añade el zumo de limón y el vino blanco. Dejamos evaporar el alcohol, y retiramos del fuego.

Una vez fritas las truchas, las colocamos sobre la guarnición (patatas fritas en este caso), y por encima esparcimos las almendras.

Gratinamos a horno fuerte unos minutos, hasta obtener un color dorado por la parte superior.

martes, 1 de septiembre de 2009

Salmón con hierbas a la plancha.



INGREDIENTES

Un diente de ajo machacado.
Una cucharada (de café) de tomate concentrado.
Una pizca de pimienta blanca.
Una cucharada (de café)de mostaza en grano.
Una cucharada (de café) de romero muy picado.
Una cucharada de salsa de soja.
Una pizca de sal.
Unas gotas de aceite de oliva.

Un lomo de salmón por persona.

Mezclar todos los condimentos en un cuenco hasta obtener una pasta. Pintar los lomos de salmón con esta pasta y cocinarlos en una plancha o sartén antiadherente. Primero a baja temperatura, y subiendo al final para dorar. El tiempo depende del grosor de la pieza. Comprobar que esté cocinado por dentro abriendo con cuidado la carne con un cuchillo afilado.

Combina muy bien con las Patatas Monfero.

Patatas Monfero



Monfero, Paraíso de perritos hambrientos, gatos sin hogar, gnomos de jardín repudiados, y como no, paladares humanos exigentes. ¡Como los nuestros!



La primera vez que probé estas patatas al horno fue en el jardín de la foto. Yo pensaba que ese sabor estupendo era gracias en parte al idílico entorno, pero no. Una vez las hice en casa, pudimos comprobar que el zumbido de las abejas y el perfume de la lavanda sólo es un excelente acompañamiento de este sencillo manjar; no un ingrediente imprescindible.

INGREDIENTES (para 2 personas)

4 Patatas no muy grandes de buena calidad.
Una cebolla.
Un chorrito de aceite de oliva.
Sal.

Freímos la cebolla cortada en juliana en un buen chorro de aceite de oliva.

Picamos las patatas: Es mejor que las patatas sean pequeñas para que queden bonitas en el plato. Se cortan a la mitad, y se filetean sin que se desordenen los trozos. Los pasamos (con la ayuda de una espátula o del mismo cuchillo) a la bandeja del horno de manera que no queden amontonadas. Espolvoreamos un pellizco de sal al gusto (Teniendo en cuenta si ya hemos salado la cebolla frita).

Se esparce por encima la cebolla frita con su aceite, y se meten al horno (suave, unos 150º) durante media hora. Si se desean más tostadas, los últimos minutos se sube la temperatura del horno.

lunes, 31 de agosto de 2009

Pastel chino

Puede parecer complicado, pero es muy fácil, ya vereis.



INGREDIENTES.

Masa Brioche. Las cantidades de esta receta corresponden a la cantidad necesaria para hacer un pastel en un molde de 28 cm. de diámetro.

200 ml de crema pastelera rápida. (Receta incluída en la entrada de Tarta de manzana)Puede estar aromatizada con limón y vainilla.

5 cucharadas de azúcar glass.

Un puñado de uvas pasas. (Pueden estar remojadas en licor)

Un poco de agua fría.

Forrar la base de un molde para tartas con una capa fina de masa brioche. Cubrir con crema pastelera.

Con el resto de la masa y la ayuda de un rodillo de cocina, formamos un rectángulo de masa fina, que recubriremos con más crema pastelera y distribuiremos sobre ella las uvas pasas. Enroscamos la masa por su parte más larga de manera que formemos una especie de brazo de gritano bien apretado.



Cortamos rodajas de unos dos centímetros de grosor, y las vamos disponiendo sobre la base con crema pastelera, dejando un espacio de un centímetro aproximadamente entre ellos, y entre ellos y el borde del molde.

Horneamos con el horno precalentado a 180º durante 35 minutos, hasta que la masa haya crecido y se haya dorado.




Mientras tanto habremos batido el azúcar glass con un poco de agua, hasta obtener una crema de textura parecida a la leche condensada. Una vez que el pastel esté templado, lo pintamos con el glaseado (que también puede estar aromatizado con vainilla o con agua de azahar).

Dejamos enfriar antes de servir.

Masa brioche.

Desde que he encontrado levadura natural a la venta en grandes superficies, he estado experimentando porque hasta ahora no me había atrevido a hacer demasiadas masas salvo las que salen bien a priori con levadura química.
El proceso de fermentado y crecimiento de la masa no deja de sorprenderme, pero en el fondo es bastante fácil. Lo único malo es el tiempo de reposo, que bien se puede aprovechar viendo una peli o echando una partida con el compañero.

INGREDIENTES

15 g de levadura natural.
30 g de azúcar.
100 ml de leche o agua.
250 g. de harina
5 g. de sal.
2 huevos.
150 g de mantequilla a temperatura ambiente.

En un cuenco grande, formar un volcán con la harina y en el centro añadir un poco de agua templada en la que habremos disuelto la levadura. Mezclamos con los dedos con un poco de harina, y dejamos fermentar una media hora.

Añadimos el resto de los ingredientes menos la mantequilla y el líquido, que iremos añadiendo según se necesite y amasamos hasta que la masa tome cuerpo. Después añadimos la mantequilla y seguimos amasando hasta obtener una masa elástica y que se despegue de los lados del recipiente. Dejamos levar durante otra media hora, al cabo de la cual amasaremos de nuevo y volveremos a dejar fermentar una hora completa.

Damos forma a la masa y horneamos a 180º según el tamaño de las piezas.

Masa quebrada y masa quebrada dulce.

INGREDIENTES para utilizar en recetas SALADAS
(medidas en tazas de 250 ml)

200 gramos de harina.
1 yema de huevo
100 gramos de mantequilla fría.
3 ó 4 cucharadas de agua fría.

Añadir la mantequilla cortada en dados sobre la harina. Frotar con los dedos los dos ingredientes hasta obtener una textura grumosa. Añadir entonces la yema de huevo y amasar. Añadir poco a poco agua fría si es necesario, hasta obtener una pasta elástica y que no se pegue a los dedos.


INGREDIENTES PARA MASA QUEBRADA DULCE

2oo gramos de harina.
1 yemas de huevo.
100 gramos de mantequilla fría.
75 gramos de azúcar.
Unas gotas de esencia de vainilla.
2 ó 3 cucharadas de agua fría.

Trabajar del mismo modo que la masa quebrada normal, pero mezclando previamente la harina con el azúcar.

La temperatura a la que trabajemos estas masas es importante. Si nos ha llevado mucho rato hacerla es posible que se haya calentado y reblandecido demasiado, así que es mejor dejarla enfriar en la nevera (envuelta en papel film, que no se reseque) para que sea más fácil de trabajar. Sin embargo si la dejamos enfriar mucho tiempo, se volverá un bloque muy duro también muy difícil de modelar.

Sirve para base de todo tipo de tartas y tartaletas, tanto dulces como saladas.

miércoles, 22 de julio de 2009

Tarta de almendras (esponjosa)


Si no te gusta la tarta de almendra mazacote, esta es la tuya.

INGREDIENTES

Masa quebrada dulce. (la receta próximamente)
5 huevos.
170 g de almendra molida.
170 g de azúcar.
La ralladura de un limón.
1 cucharadada de café de canela molida.
Azúcar glas para decorar.

Forrar un molde para tarta con la masa quebrada y llevar al horno cubierta de un peso para que no suba (forrar con papel de aluminio y cubrir de garbanzos, o colocar otro molde similar encima presionando levemente). Hornear a 180º unos 10 minutos mientras...

Separamos las claras de las yemas, y montamos las primeras a punto de nieve añadiendo poco a poco la mitad del azúcar. Por otra parte, batimos yemas con la otra mitad del azúcar y añadimos la ralladura del limón, la canela y las almendras molidas. Finalmente y removiendo suavemente, sin batir para que no se bajen las claras (En este paso recae la responsabilidad de que la tarta salga esponjosa o estilo mazapán), unimos las dos mezclas y vertemos la masa resultante sobre la base de pasta quebrada.

Horneamos media hora a 180 Cº vigilando que no se tueste. Tampoco nos interesa que quede demasiado pálida para hacer la decoración.



Recortamos unas plantillas en cartulina con las formas deseadas y las colocamos sobre la tarta una vez fría. Con la ayuda de un colador, para que el espolvoreado sea homogéneo (si tirais el azúcar glass directamente saldrán tropezones y piedrecitas), tamizamos el azúcar sobre toda la superficie de la tarta, con especial hincapié en los bordes de las plantillas. Éstas las retiraremos con mucho cuidado para que no se emborrone el dibujo.

También se pueden hacer tartaletas individuales, con menos tiempo de cocción dependiendo del tamaño. Para comprobar el punto justo utilizaremos el método de la aguja (clavar una aguja de calcetar y si sale limpia al retirarla, ya está listo)

lunes, 6 de julio de 2009

Crema fría de tomate

Un gazpacho andaluz sin pepino, un salmorejo con cebolla, un gazpacho extremeño batido... la sopa de tomate de nuestra casa no tiene nombre propio pero está buenísima.



INGREDIENTES

500 g de tomates maduros pelados.
30 g. de cebolla.
20 g. de aceite (¡De oliva virgen! ¡No vale otro!).
8 g. de vinagre de vino.
45 g de pan.
Un cuarto de diente de ajo sin el brote.

Croutons de pan tostado.
Jamón serrano o pimiento rojo cortado en juliana.

Remojar el pan en agua fría mientras batimos con la batidora los tomates sin piel, y en la medida de lo posible sin pepitas, cebolla, ajo, aceite y vinagre. Apretamos el pan con las manos, lo escurrimos bien y lo añadimos, tras lo cual volvemos a batir todo bien. Añadimos sal al gusto y dejamos enfriar en la nevera.

Momentos antes de servir se le pueden añadir unos hielos para que esté aún más frío, y decoramos con croutons y virutas de jamón, pimiento, o huevo cocido picado.

miércoles, 1 de julio de 2009

Camembert al horno

El Camembert es un queso de leche de vaca original de Francia, que según he leído se elaboró partiendo de la receta del queso Brie, hongo Penicillium Candidum incluído. Tiene una consistencia untuosa encerrada dentro de una corteza muy blanca recubierta del hongo que menciono, que es la que hace que se mantenga en pie en el horno. Ese aroma en particular que desprende la corteza es algo que siempre me ha cautivado, y después de mucho tiempo buscando información por fin he encontrado la respuesta a una de mis interrogantes: El moho se puede comer. Pero cuidado... ¡Que no es apto para todos los paladares!



Como curiosidad os diré que en el pueblo de Camembert existe un museo dedicado a este queso donde guardan más de quince mil etiquetas de diferentes quesos de este tipo.

INGREDIENTES

Un queso Camembert entero.
Un recipiente para horno.
Colines, regañas, o cualquier tipo de pan tostado o sin tostar.

Sacamos el queso de la caja de madera y del plástico protector. Con un cuchillo muy afilado y clavando sólo la puntita marcamos un círculo en la parte superior del queso de manera que quede medio centímetro hasta el borde.

Introducimos al horno durante 15 minutos a 180 Cº sin dejar que se tueste demasiado (en ese caso bajaríamos la temperatura y aumentaríamos el tiempo de horneado).

Cuando el interior del queso esté derretido, la "tapa" que habremos marcado antes se podrá retirar con facilidad introduciendo el cuchillo por debajo. Cuidado que quema.

Servir con diferentes tipos de pan para mojar directamente o untar en rebanadas.

También puede espolvorearse con hierbas aromáticas al gusto, pero a nosotros nos gusta tal cual.

martes, 23 de junio de 2009

Backlaba griego

Este postre en origen egipcio, conserva su esencia bajo las manos de los griegos: frutos secos endulzados y especiados, envueltos en una fina masa, en esta ocasión Filo. ¡Cuidado porque es altamente calórico!



INGREDIENTES (para 24 unidades):

9 hojas de masa filo.
250 g de frutos secos pelados y picados (nueces, almendras, avellanas o pistachos).
Algunas almendras laminadas para decorar.
Una cucharada sopera de canela y algo más para decorar.
Una cucharada de te de clavo molido.
Dos cucharadas de azúcar glasé.
100 g de mantequilla derretida.

Para el almíbar:

El zumo de un limón
El zumo de una naranja.
100 ml de agua.
250 ml de azúcar (moreno o blanco).
1 vaina de vainilla.

Mezclamos los frutos secos picados, el azucar glass, la canela y el clavo molido.

Sobre la bandeja del horno engrasada, o mejor, cubierta con papel para hornear o una lámina de silicona, colocamos una de las hojas filo. La pintamos con mantequilla derretida (Hay que extenderla bien con la ayuda de un pincel de cocina)y sobre ella colocamos otra hoja de masa. Repetimos la operación dos veces. (Tres capas de masa filo).

Espolvoreamos la tercera parte de la mezcla de frutos secos, azúcar y especias, y sobre ellos colocamos otra hoja de masa filo, que también pintaremos de mantequilla antes de poner otra hoja encima. Se trata de hacer una especie de milhojas alternando dos hojas filo pintadas con mantequilla, con capas de frutos secos molidos. En la foto yo he hecho tres capas de frutos secos y tres de hojas filo por parejas, además dela base en la que he puesto tres hojas para que fuese algo más sólida.

Una vez colocada la última hoja de masa, espolvoreamos muy ligeramente con la mezcla de frutos secos sobrante (si es que sobran) y cortamos en cuadrados iguales. Nos será más fácil con un cuchillo grande bien afilado, presionando, nunca serrando. En el centro de cada cuadrado colocamos almendras laminadas y un pellizco de canela.

Horneamos 20 minutos a 150 Cº, controlando en todo momento que no que queme la delicada masa. El punto de dorado es muy importante para que el postre resulte atractivo a la vista.

Hacemos un almíbar ligero con el zumo de los cítricos, el azúcar y la rama de vainilla, y rociaremos con él los backlabas. No importa que estén ya fríos.

Este postre se conserva muy bien en un recipiente hermético, cuidando de colocar papel para horno entre las porciones si es que las apilamos, para que no se queden pegadas.


Antes del horneado.

lunes, 8 de junio de 2009

Magdalenas de cerezas con costra

En esta receta las cerezas pueden sustituírse por cualquier otra fruta o baya con el mismo resultado: Deliciosas.



INGREDIENTES (para 12 unidades)

275 g. de harina.
115 g. de azúcar moreno.
150 g. de cerezas deshuesadas y partidas por la mitad.
2 huevos.
100 ml de leche.
125 g. de mantequilla derretida.
Medio sobre de levadura instantánea.

Para la costra:

50 g. de harina.
30 g. de mantequilla fría cortada en dados.
2 cucharadas de azúcar moreno.

Precalentamos el horno a 210 Cº.

Tamizamos la harina mezclada con la levadura en un recipiente grande, añadimos el azúcar y las frutas y hacemos un hoyo en el centro.

Batimos los huevos y los vertemos en el hoyo. También la mantequilla derretida. Removemos sin amasar demasiado hasta que todos los ingredientes se hayan unido bien y obtengamos una textura grumosa. Rellenamos cada papel o molde de magdalena en tres cuartas partes de su capacidad.

Para hacer la cobertura, colocamos la mantequilla, la harina y el azúcar en un recipiente y lo pellizcamos y mezclamos con las yemas de los dedos hasta obtener una especie de migas (Al estilo de un Crumble). Espolvoreamos esta mezcla sobre las magdalenas sin cocer y presionamos levemente para que se incruste en la masa.

Hornear durante 20 minutos o hasta que al introducir una aguja en el centro de una magdalena, salga limpia. Las dejamos entonces enfriar sobre una rejilla antes de guardar.

martes, 2 de junio de 2009

Risotto de verduras con setas

Los lectores habituales ya sabeis que AQUÍ hay unos consejos para hacer risotto paso a paso. Si todavía no los habeis leído os recomiendo pasaros por allí antes de comenzar con esta receta.



INGREDIENTES (para dos personas)

150 g. de arroz para risotto.
Medio pimiento.
Una berenjena.
Una cebolla grande.
Dos ajos.
150 ml. de vino blanco.
Un litro de caldo ligero de verduras.
50 g de queso parmesano (mejor un trozo que el que viene en polvo).
Sal, pimienta y perejil.
Aceite de oliva.
Setas variadas, frescas o en conserva.

Comenzamos rehogando las verduras cortadas en trozos pequeños. Recomiendo freír primero la cebolla, ajo y pimiento, y añadir después la berenjena pelada, porque además de necesitar menos tiempo de cocción, es muy esponjosa y absorbe mucho aceite así que si la echamos al principio es probable que el sofrito se nos quede seco antes de que se cocinen el resto de vegetales. Añadir también las setas troceadas: Si son frescas necesitarán algo más de tiempo, pero si son en conserva podemos echarlas sólo un par de minutos antes de que esté el resto del sofrito. Salpimentamos y condimentamos con perejil o albahaca.

Reservamos parte de las verduras cocinadas para decorar.

Calentamos el caldo de verduras para no añadirlo frío al arroz y que no se corte la cocción. Sería ideal mantenerlo a una temperatura cercana a la ebullición durante todo el proceso de cocinado del risotto. Cuando esté listo, añadimos el arroz a las verduras y lo freímos unos minutos hasta que se vuelva un poco transparente. Echamos el vino blanco y removemos bien hasta que se evapore el alcohol.

Siempre removiendo y a una temperatura media, vamos añadiendo cacitos de caldo en la olla del arroz, sin que se inunde pero sin que tampoco se seque, añadiendo más líquido sólo cuando sea necesario, y así hasta completar el tiempo de cocción del arroz (unos 15 a 20 minutos). Dependiendo de como nos guste el risotto, más caldoso o más seco, usaremos más o menos cantidad de caldo. Corregimos de sal (si el caldo de verduras ya estaba salado, tendremos que añadir poca cantidad, si es que tenemos que añadir).

Una vez pasado este tiempo, añadimos el queso parmesano cortado en lascas o rallado en el momento, y removemos bien para que se funda y de cremosidad al arroz. Dejamos reposar un par de minutos antes de servir.

Decoramos con las verduras que habíamos reservado y con unas lajas de queso parmesano, y rápidamente a la mesa. Unos minutos de reposo le sientan bien al risotto, pero demasiado tiempo hará que se convierta en un bloque muy poco delicado al paladar.

¡Que aproveche!

lunes, 1 de junio de 2009

Pastas de avena



INGREDIENTES (Para aproximadamente 18 pastas grandes)

250 g. de mantequilla.
200 g. de azúcar moreno.
160 g. de copos de avena.
300 g de harina.
Esencia de vainilla.
1 huevo

Con las varillas batimos la mantequilla , que previamente habremos dejado templar fuera de la nevera, el azúcar y la esencia de vainilla, hasta obtener una crema algo sólida. Añadimos los copos de avena, la harina y el huevo, trabajando la masa con las manos hasta obtener una pasta homogénea.

No he especificado la dosis de esencia de vainilla, porque depende mucho de la calidad de esta. Yo utilizo esencia pura y he usado tres gotas.

Formamos placas de un centímetro de grosor y les damos la forma elegida, con cortapastas o formando cuadrados o rectángulos con un cuchillo afilado. Colocamos las pastas en la bandeja del horno engrasada, dejando separación suficiente entre ellas, y las cocemos a 160 Cº (con el horno previamente precalentado) durante unos 15 minutos o hasta que empiecen a dorarse.

Una vez cocidas las dejamos reposar en la bandeja (pues recién salidas del horno estarán muy quebradizas)hasta que estén manipulables, entonces las dejamos terminar de enfriar sobre una rejilla antes de guardarlas en un bote hermético.

Aunque en la foto se acompañan de zumo de bayas...¡Están deliciosas con horchata!

jueves, 14 de mayo de 2009

Pasta con peras y nueces y salsa Gorgonzola

Suena raro pero está rico. ¡Lo prometo!
Si no disponeis de queso gorgonzola, vale roquefort, stilton o cualquier otro queso azul.


INGREDIENTES (para dos personas)

Pasta fresca o seca, la cantidad que consumais habitualmente.
Una cebolla morada grandecita.
Un diente de ajo.
Dos cucharadas de zumo de limón.
500 ml de caldo de verduras.
250 mil de vino blanco.
Una pera grande no muy madura.
Diez nueces peladas.
75 g de gorgonzola.
Aceite de oliva.

En dos partes de caldo por una de vino blanco, cocemos la pera pelada y cortada en cuatro partes. Con 10 minutos debería bastar, pues se trata de que quede tierna pero firme. Una vez fría cortamos los cuartos en rodajitas, procurando dejar unos trozos bonitos para adornar el plato al final. Reservamos parte del líquido de cocción.

Sofreímos en aceite de oliva la cebolla cortada en aros, el ajo picado, y lo dejamos pochar hasta que la cebolla comience a dorarse. Añadimos entonces los trozos de pera, las nueces (podemos dejar alguna para adornar), un vaso del líquido donde hemos cocido la pera, y el zumo del limón. Dejamos cocinar todos los ingredientes otros diez minutos, añadiendo más líquido si se nos queda seco.

Añadimos el queso cortado en daditos y lo dejamos fundirse.

Mientras tanto, habremos cocido ya la pasta, y una vez escurrida, repartimos sobre ella la salsa de peras, nueces y queso. Adornamos con los gajos de pera y las nueces que hemos reservado previamente, y también podemos añadir unos taquitos de queso azul por encima.

Servimos muy caliente.



Si nos gustan los contrastes de sabores, podemos añadir una cucharada de azúcar moreno a la mezcla de ingredientes, cuando se esté pochando la cebolla, o tras añadir las peras y nueces pero antes del queso (para que le de tiempo a derretirse y mezclar su sabor con los demás ingredientes).

Nota: Al usar cebolla morada, y también los que añadais azúcar moreno, las peras se teñirán con los colores de estos ingredientes. No pasa nada, es normal.

¡Ya me contareis!

miércoles, 29 de abril de 2009

Variaciones de manzana y almendra


Leyendo las bondades que en muchos de los blogs de cocina que leo, cuentan de la masa de hojaldre fresca que venden en el Lidl, el otro día me pasé por allí y me traje dos láminas, y con ellas hice varios tipos de pastelitos que tienen en común no sólo el hojaldre, si no todos los ingredientes. Con esas dos láminas hice aproximadamente docena y media de pasteles, cuya elaboración explico paso a paso en las siguientes entradas.

El común denominador de todos los pasteles es la manzana (en láminas en unos y en compota para otros), y la crema de almendras.



Los INGREDIENTES de esta última son:

50 g de almendra picada.
50 g de mantequilla.
50 g de azúcar.
Medio huevo batido.

Derretimos la mantequilla y el azúcar. Añadimos la almendra en granillo y el medio huevo. Removemos bien y dejamos cocer a fuego muy lento durante cinco minutos. Retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de utilizar.

A continuación, el paso a paso de cada uno de los tipos de pastelillo. ¡Espero que os gusten!

Molinillos de almendra


INGREDIENTES

Pasta de hojaldre.
Crema de almendras (receta UN POCO MÁS ARRIBA)
Guindas en almibar.
Huevo batido.

Cortamos la pasta de hojaldre en cuadrados del tamaño que deseemos. Yo recomiendo un mínimo de 8 cm de lado. En cada uno de sus ángulos realizamos un corte en diagonal hacia el centro, dejando unos centímetros sin cortar antes de llegar a este. En el centro ponemos una cucharada del relleno de almendras, y plegamos el hojaldre de la siguiente manera:



Decoramos con media guinda en el centro de las aspas, y pintamos la superficie con huevo batido. Horneamos en horno precalentado a 190º durante 15 o 20 minutos dependiendo de lo dorado que nos guste el hojaldre.

Enrejados de almendra y manzana



INGREDIENTES

Una lámina de hojaldre.
Una manzana roja.
Dos cucharadas de azúcar.
Crema de almendra (Receta UN POCO MÁS ARRIBA).
Huevo batido para pintar.

Pelamos y cortamos la manzana en trozos de un cm aproximadamente, y la ponemos en una cazuela con dos cucharadas de azúcar y una de agua, a fuego lento. Trataremos de obtener una especie de compota pero sin que se deshagan del todo los trozos de fruta.

Mientras tanto cortamos el hojaldre en círculos del tamaño deseado con un cortapastas o con el borde de un vaso. La mitad los colocamos sobre la bandeja (recomendable como siempre hornear los patelillos sobre papel sulfurizado o lámina de silicona. En caso de no tener, engrasar bien la bandeja), y la otra mitad, que serán las tapas de los pasteles, los cortamos en forma de enrejado.

Si no teneis un rodillo de hacer enrejados se puede hacer a mano muy fácilmente. Se trata de hacer pequeños cortes en línea recta siguiendo un esquema de enladrillado. He hecho un dibujo para explicarme mejor:



Al separar con cuidado los bordes de los cortes, el efecto conseguido será este:



Sobre cada una de las bases colocamos una cucharada de crema de almendras, y sobre esta, otra de compota de manzana, acordándonos de dejar un borde todo alrededor. Humedecemos este borde con huevo batido, y colocamos la tapa enrejada con cuidado de que coincidan bien los bordes. Apretamos bien todo alrededor, y por todo el borde hacemos unas pequeñas incisiones con un cuchillo. Más o menos de un centímetro de separación entre ellas.



Pintamos la superficie de cada pastel con huevo batido, y al horno precalentado a 190º entre 15 y 20 minutos, dependiendo de lo tostado que nos guste el hojaldre. Ya sabeis, dejar enfriar antes de guardar en un recipiente hermético.