miércoles, 15 de diciembre de 2010

Bacalao al pil pil

Gadus morhua, o como lo conocemos en casa, el Bacalao, es un pescado de mar que se consume en España desde el siglo XVI, traído por los vascos que perseguían ballenas allá por la lejana Terranova. Típica de allí, del País Vasco (creo que concretamente de Bilbao) llega esta receta sencilla y deliciosa. Es la primera vez que lo hago, y pensaba que me acabarían doliendo los pies de estar de pie todo el tiempo que había leído que hay agitar la cacerola hasta que espese el aceite, pero he visto un truco en youtube que me ha permitido ligar la salsa en 5 ó 6 minutos, usando un pequeño colador para agitar el aceite.



INGREDIENTES (cantidades orientativas por comensal)

75 ml de aceite de oliva extra (De buena calidad, porque es el ingrediente principal que dará sabor a toda la receta)
Un buen trozo de bacalao con piel (desalado o descongelado).
Un diente de ajo hermoso (Yo he puesto dos, porque nos encanta el ajo).
Una guindilla.
Un chorritín de vino blanco.

Un colador pequeño de metal.

La receta es tan sencilla como aromatizar el aceite con ajo y guindilla, confitar el pescado derritiendo toda su gelatina natural, y emulsionarla en templado con el aceite hasta que espese. Pasito a pasito haríamos:

Secar bien los trozos de bacalao para que no salte el aceite y tenerlos preparados.
Poner a calentar el aceite en una cazuela en la que nos vaya a caber todo el bacalao que vamos a hacer, sin amontonarse, de culo gordo (para que conserve el calor) pero la calentamos temperatura suave. En mi caso lo he hecho todo al 2 en una vitrocerámica de máxima potencia en el número 6.
Pelamos y cortamos en láminas gruesas los ajos, y los echamos al aceite junto a las guindillas. Dejamos dorar lentamente. Además de aromatizar el aceite, ellos nos harán de baremo si es que no conocemos muy bien la temperatura adecuada. Tienen que flotar y burbujear suavemente, pero no chisporrotear ni freírse demasiado rápido. Cuando consigamos esto, es que hemos encontrado la temperatura adecuada para hacer el bacalao.

Una vez que estén tostados los ajitos, retiramos y reservamos para decorar al final.

Colocamos los trozos de lomo de Bacalao, con la piel hacia arriba, y dejamos cocinarse lentamente, ya sabeis, que burbujeen levemente pero sin sonido de "fritura". En unos cinco o seis minutos habrá cambiado su color a un blanco más opaco y se estarán entreabriendo las lajas. Entonces le damos la vuelta a los trozos con mucho cuidado de que no se rompan, y dejamos un par de minutos más. Habrán ido soltando unas gotitas blanquecinas, que es la gelatina que nos interesa.

Al cabo de este tiempo, retiramos los trozos de pescado y reservamos.


------------------------------------Una ola de pil pil ------------------------------------

Ahora que en la sartén sólo nos queda el aceite "sucio", apagamos el fuego completamente y añadimos un chorrito pequeño de vino blanco. Una cucharada sopera por persona apróximadamente. Además de aromatizar nuestro pil pil, bajaremos la temperatura del aceite a la óptima para cuajar. He leído por ahí que si está a más de 80 grados no espesa.

Ahora es el momento de coger nuestro colador de metal y empezar a agitar la salsa con el culo del mismo. Supongo que también valdrá con unas varillas, pero yo he usado el truco del colador y me ha salido rapidísimo. Hay muchos vídeos pero en este está muy bien explicada toda la receta, lo hace Locadebarna (pinchar aquí para ver). Yo en vez de dejar la sartén horizontal, la incliné un poco para que el aceite se empozara en una esquina, y así el colador puede coger más profundidad y se hace todavía más rápido.

Una vez hecho el pil pil, emplatamos haciendo una cama de salsa, el pescado , y adornamos con los ajos y guindillas. También podemos espolvorear con un pellizco de sal, si es gruesa o en escamas mejor que mejor.

¡Servir inmediatamente porque el pil pil se desliga con el tiempo y se separa el aceite de la gelatina!

sábado, 27 de noviembre de 2010

Pastel de tres chocolates con Agar agar

Mi primer experimento con agar agar como gelificante. No un desastre (del todo).



Gracias a Kanela y Limón me he animado a probar el agar agar. No copio la receta porque he usado exactamente la que ella subió en su web. así que para verla tendreis que visitarla y lo siento por los que no conozcais aún su blog, porque la próxima hora y media os quedareis irremediablemente atrapados en un laberinto de delicias y manjares, sin poder despegaros de la silla del ordenador. El que avisa no es traidor.

Sólo hacer un añadido a esta riquísima receta: Yo no tenía agar agar en polvo, pero sí en fibras deshidratadas, que uso para las ensaladas. La manera de proceder debería de ser la misma que describe Kanela, pero tardan muchísimo en disolverse. La primera capa del pastel la hice agregando las hebras a la leche y dejándolo hervir bastante rato, y al colar el resultado ya mezclado con el chocolate, quedó un buen engrudo en el colador.

Para las siguientes capas lo que hice fue hidratar las hebras de agar agar toda la noche, hasta el día siguiente, usando 3 g. (de producto seco) para cada 500 ml de líquido. Añadí un gramo extra al de la receta original, que indica dos, por lo que pudiera quedar en el colador, tras la experiencia del día anterior. Y además, en vez de disolverlo directamente en la leche, lo deshice previamente en un fondo de agua hirviendo, a la que luego añadí el resto de los ingredientes. Estas capas quedaron considerablemente mejor que la primera, que resultó mucho más blanda y escurrió un montón de líquido que se puede apreciar en la foto.

El resultado es realmente espectacular, un postre muy ligero, que espero repetir más a menudo cuando lleguen los días calurosos del verano, que ya echo tantísimo de menos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Sushi

La primera vez que comí sushi no me gustó nada. La segunda fui a un japonés por compromiso, y me gustó un poco. La tercera vez soñaba con él. Ahora me encanta, así que es mejor hacerlo en casa porque el presupuesto no da para ir todos los días de restaurante, y además es bastante divertido hacerlo (Siempre que tengas tiempo claro, porque es bastante laborioso).



INGREDIENTES Para unas 38 unidades de distintas variedades.

100 g de salmón fresco crudo.
1 vaso de arroz redondo.
3 cucharadas de vinagre de arroz (en su defecto de vino o sidra, pero blanco)
2 cucharadas de azúcar.
media cucharada de sal.
3 láminas de alga nori.
Medio aguacate.
Dos o tres palitos de cangrejo.
Una tortilla francesa de un huevo.
Un trocito de la parte blanca de un puerro.
Una zanahoria.
Semillas de sésamo.
Salsa de soja.
Pasta wasabi.

UTENSILIOS EXCEPCIONALES

Una esterilla de bambú (vale un mantelito individual)
Un secador de pelo o un abanico.
Una bandeja.




-Primero prepararemos el arroz. Antes de cocerlo lo lavaremos bien con agua para sacarle el almidón: En un colador grande, ponemos el arroz y lo sumergimos en un cuenco con agua tibia, removemos con los dedos hasta ver que el agua se va volviendo blanca. A cada poco cambiaremos este agua por una limpia, y seguiremos removiendo y lavando los granos de arroz hasta que el agua deje de teñirse de blanco.

Una vez hecho esto, lo ponemos en una olla a cocer con una parte y media de agua, a fuego muy lento, y sin retirar la tapa para aprovechar todo el vapor. Al cuarto de hora lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar mientras preparamos los demás ingredientes.

-Hacemos el líquido para mojar el arroz, que ellos llaman sushizu; en un cacito, mezclamos las tres cucharadas de vinagre, con las dos de azúcar y la media de sal, y llevamos al fuego hasta que se disuelva completamente, sin dejarlo reducir demasiado. Apartamos a un cuenco y dejamos templar.

-Cortamos en bastoncillos el aguacate, la zanahoria, el puerro, la tortilla francesa, y los palitos de cangrejo. Reservamos.

-Cortamos en finas láminas el salmón (si no nos atrevemos con él crudo, siempre queda la alternativa de usar salmón ahumado).



Después de haber troceado todo esto, el arroz ya estará casi frío, así que podemos proceder a mezclarlo con el sushizu: Esparcimos todo el arroz en una bandeja o plato grande, y distribuímos uniformemente la mezcla de vinagre, sal y azúcar por encima. A la vez que hacemos esto y mezclamos con una espátula de madera, le damos aire con un abanico o un secador a baja potencia (no hagais como yo, que le di con el secador al máximo y volaron granos de arroz por toda la cocina, jeje). Removemos bien hasta que esté todo perfectamente integrado y tengamos un arroz pegajoso y fácil de amalgamar.

Con estos ingredientes procedemos a hacer los diferentes tipos de sushi que queramos, en esta caso yo hice:

Niguiris: Una bolita de arroz apretujada con las manos mojadas (para que nos se nos peguen los granos), y encima una lámina de salmón. Si os gusta el sabor del wasabi y sabeis que a todos los demás comensales también, podeis poner una gotita entre el pescado y el arroz para que queden más firmemente unidos.

Hosomaki de salmón o aguacate:

Sobre una esterilla de bambú protegida con un papel film, colocamos una lámina de alga nori cortada por la mitad, y la cubrimos con una capa fina de arroz. Esto lo haremos siempre con las manos mojadas, apretando con los dedos hasta que quede totalmente cubierta A EXCEPCIÓN DEL BORDE MÁS ALEJADO que dejaremos limpia para cerrar bien el rulo. (Aproximadamente un centímetro)
En el centro del rectángulo colocamos el relleno, bien palitos de aguacate o trozos de salmón.
Enroscamos apretando muy bien desde el lado cubierto con arroz, hasta el que hemos dejado libre para cerrar, formando un cilindro uniforme. El que salga mejor o peor es cuestión de maña y/o práctica. Cuando esté casi enroscado del todo, humedecemos el centímetro de alga libre, y cerramos bien. QUedará perfectamente pegado. Cortamos el cilindro en seis partes iguales (Con un cuchillo muy bien afilado y mojado)y reservamos.

Futomaki:

También con una esterilla protegida con papel film, colocamos esta vez una hoja entera de nori, que cubriremos de arroz de igual manera que la anterior variante. Esta vez en el extremo más cercano a nosotros, en vez del centro, colocaremos a nuestro gusto ingredientes como palito de cangrejo, zanahoria, aguacate, puerro, tortilla, salmón... y procedemos a enrollarlo también, como si de un brazo de gitano se tratase, pero ayudándonos con la esterilla de bambú para apretar y que quede uniforme. No apreteis demasiado tampoco, o se os saldrá el relleno por los lados.

Uramaki: Es un bocado igual que el anterior, pero en esta caso el alga va por el interior y por fuera queda arroz, que adornaremos con semillas de sésamo ( o de amapola, o huevas de pescado... Para que el arroz quede por fuera, se sigue el mismo procedimiento que con el futomaki, pero antes de rellenar la hoja de nori con arroz, se le da la vuelta de manera que el arroz quede por abajo. No tengais miedo porque al ser un arroz tan pegajoso, se quedará prendido sin problemas al darle la vuelta. Una vez hecho el rulo, se reboza en las semillas antes de cortar.


Teneis que perdonar si los nombres de los distintos tipos de sushi no son los correctos, es la primera vez que lo hago y mi cultura japonesa es más bien nula, pero leyendo sobre el tema me ha parecido que estos nombres eran los correctos.

Para animarme a hacer este plato tan laborioso, he visto algunos vídeos de cocina, entre los cuales me quedo con el de Isasaweis, que además, casualidades de la vida, he leído hoy en el periódico que la han contratado en A3 para hacer un programa del estilo de su canal de youtube.

Os dejo SU VIDEO DE COMO HACER SUSHI DE ANDAR POR CASA porque quizá las explicaciones escritas me han quedado un poco farragosas y vale más una imagen que mil palabras.

¡Un saludo a todos! Y animaos, que es más fácil de lo que parece.

lunes, 18 de octubre de 2010

Pan semidulce de Otoño

Lo que más me gusta del otoño es coger castañas y avellanas, nueces y manzanas tardías. También me encantan las setas, pero eso ya son palabras mayores y antes de cogerlas alegremente del campo hay que ser un entendido y yo ni tengo un libro en casa sobre el tema. En fin, hoy un pan un poco dulce, hecho en la panificadora, que lleva un trocito de otoño en su interior. ¡Huele toda la casa de un bien!



INGREDIENTES

300 ml. de agua.
25 g. de mantequilla.
Una cucharadita de sal.
Una cucharada sopera de azúcar.
Una cucharada sopera de miel.
540 g. de harina de trigo.
25 g. de levadura fresca prensada.
150 g. de frutos secos variados. Yo usé arándano y albaricoque deshidratado, avellanas, nueces y uvas pasas.



Echamos todos los ingredientes menos los frutos secos en la cubeta de la panificadora, primero los líquidos y después el resto. Amasamos y dejamos levar usando el programa 4. Horneamos seleccionando el tipo de tueste de la corteza deseado. (Yo usé el mínimo porque me gusta el pan con corteza blanca).

Una vez hecho, dejamos enfriar sobre una rejilla. Como sale mucha cantidad, si no sois muchos en casa, yo recomiendo cortarlo en rebanadas y congelarlas. Con sacarlas un cuarto de hora antes de consumir del congelador, o meterlas en la tostadora, quedan perfectas para cualquier desayuno o merienda.

Esta noche lo cenaremos en tostadas con queso al horno. Yo creo que la combinación quedará muy bien.

jueves, 14 de octubre de 2010

Albóndigas en salsa cebollera y pimiento rojo frito.

Redonditas, calentitas, con salsita para mojar... mmmm ¡Ya está aquí el otoño!



INGREDIENTES

Para unas 20 albóndigas...

300 g. de carne picada mixta.
Una yema de huevo.
Dos dientes de ajo pelados y machacados.
Dos rebanadas de pan de molde.
Un cuarto de cebolla picada en brunoise.
Perejil, pimienta y sal.
Un poco de leche para remojar el pan.
Aceite de oliva para freír.
Harina para rebozar.

Para la salsa...

Tres cebollas grandes.
Aceite de oliva.
Un vasito de vino blanco.
Sal.
Aceite de oliva.

Mezclamos en un bol la carne, la yema de huevo, los condimentos, y la miga del pan previamente remojada en leche y escurrida. Amasamos con las manos (es mucho más agradable si la carne está a temperatura ambiente) hasta que todos los ingredientes estén perfectamente mezclados. La cebolla ha de estar picada muy, muy fina, cuanto más mejor, para que no se encuentren los pedazos en la boca, pero sí aporte jugosidad a la albondiga. Si la mezcla nos ha quedado muy blandita (porque no hemos escurrido bien el pan o porque el huevo tenía la yema muy grande), podemos ir añadiendo un poco de harina, pero sin pasarnos o quedarán muy duras al cocinarse.

Hacemos bolas del tamaño deseado, procurando que sean todas iguales (por estética), y las rebozamos en harina antes de freírlas a fuego bastante fuerte. Cuando estén doradas las retiramos a una fuente con papel absorbente en el fondo para que se libren del exceso de aceite. Reservamos.

Mientras, en una olla ancha, y con un par de cucharadas de aceite (podemos reutilizar el de freír las albóndigas si no se nos ha quemado), pochamos la cebolla con una puntita de sal a fuego lento durante diez o quince minutos, que se dore poco a poco pero sin quemarse. Cuando se haya vuelto marrón caramelo y empiece a deshacerse, añadimos la copita de vino blanco (y una hoja de laurel si nos gusta el sabor). Dejamos reducir durante unos minutos más, y trituramos con la batidora. Añadiremos agua o mejor aún caldo, si tenemos, mientras seguimos dándole a la batidora, hasta obtener una textura cremosa donde terminarán de cocer las albóndigas. Para ello las echamos en la olla y las dejamos a fuego muuuuy lento unos minutos más.

En este momento, justo antes de servir, podemos picar el pimiento en pequeños cuadraditos, y dejarlo caer encima de cada ración, una vez emplatada.

Se pueden acompañar de patatas fritas, arroz en blanco o puré de patatas. ¡Ah!¡Y al día siguiente están igual de buenas!

miércoles, 13 de octubre de 2010

Risotto de berenjenas y algas.

Vaya con las algas, menudo cuerno de la abundancia. El alga wakame, en concreto, es muy rica en Calcio, además de en Potasio, Sodio,Yodo, Fósforo y Magnesio, y tiene muchas vitaminas A, B1, B2 y C. Todo eso sin apenas calorías, y concentrado en una textura única, crujiente y blandita a la vez. Una maravilla, vamos. (Si tenemos problemas de tiroides mejor no consumirla por su alto contenido en Yodo)



Mezclada con otros alimentos no destaca especialmente por su sabor. En este risotto si no llego a avisar en casa, cuela por cualquier verdura de hoja, sin duda alguna.

INGREDIENTES (para dos personas)

1 cebolla.
150 g. de arroz para risotto.
Una berenjena.
Dos ajos.
150 ml. de vino blanco.
Un litro de caldo ligero de verduras.
50 g de queso parmesano (mejor un trozo que el que viene en polvo).
1 chorrito de nata.
Sal, pimienta y perejil.
Aceite de oliva.
1 lata de 90 g. de alga Wakame en conserva. (Si las habeis comprado deshidratadas, seguid las instrucciones del fabricante).


Algas wakame

Para un buen risotto, es mejor seguir las recomendaciones que en su día colgué AQUÍ, son unas instrucciones paso a paso comunes a todas las recetas de risotto, y así hacer más cortas las explicaciones de cada uno en particular.

Ponemos a calentar el caldo de verduras.

Hacemos un sofrito con la cebolla y el ajo picaditos, en un buen chorro de aceite de oliva. Una vez pochadas estas verduras, añadimos la berenjena cortada en dados de un centímetro aproximadamente. Absorberá casi todo el aceite, porque la berenjena es como una esponja, así que no tengais el fuego muy alto o se quemará todo.
Dejamos hacerse unos minutillos y añadimos el arroz. Removemos bien, dejándolo tostarse un poco, y agregamos el vino blanco. Removemos bien con cuidado de no tener la cara muy encima o los vapores etílicos podrían hacernos ver la vida demasiado maravillosa y olvidarnos de seguir cocinando, jejejeje.

Pasados unos segundos removiendo el arroz y mezclándolo con las verduras a la vez que se tuesta, empezamos a añadir el caldo de verduras que ya estará caliente para no cortar la cocción del arroz. Vamos añadiendo caldo a medida que el cereal absorba todo el líquido y seguimos removiendo siempre, sin prisa pero sin pausa. A los diez minutos aproximadamente añadimos las algas (no las pongo al principio para que con tanto remover, no se rompan demasiado y queden trozos vistosos). Añadimos también las especias. Removemos y removemos, y volvemos a remover, hasta que pasen 20 minutos de cocción en total, o hasta que el arroz no admita más caldo (lo que ocurra antes). Probamos y corregimos de sal si hace falta (Suponemos que el caldo de verduras ya tenía sal). Agregamos también el chorrito de nata, y el queso parmesado rallado. Removemos bien (ya queda poco de remover) y dejamos reposar un par de minutos antes de servir.

Queda muy bien con un crujiente de bacon por encima.


Una foto que he encontrado en la red, de algas wakame en un secadero japonés.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Bizcocho de avellanas con chocolate blanco.

La receta la encontré en el libro Pasión por el chocolate (Uno de las docenas sobre cacaos y chocolates que tiene mi suegra) pero por primera vez lo vi en un blog de los que sigo, hace bastante tiempo. La cocinera del blog mencionaba que salía en este libro y allá fui, a mi biblioteca de préstamos golosos personal. No recuerdo exactamente quien era, así que si viene por aquí de visita ¡Que se manifieste!.



INGREDIENTES

100 g. de mantequilla.
5 claras de huevo.
80 g. de avellanas trituradas.
100 g. de chocolate blanco
150 g. de azúcar
75 g. de harina


Fundiremos la mantequilla a fuego lento y mientras tanto montamos las claras a punto de nieve (Podemos ayudar a que queden más firmes con un poco de cremor tártaro). Añadimos a las claras el azúcar y seguimos montando.

Una vez bien firme en merengue, agregamos la harina y las avellanas trituradas, y mezclamos con una cuchara, con movimientos envolventes, para que las claras no se bajen. Añadimos también la mantequilla derretida.

Hornearemos en un molde previamente engrasado, unos 15 minutos a 200º, luego bajamos la temperatura y dejaremos diez minutos más. Como siempre vigilando el horno para que la superficie no se tueste demasiado, en cuyo caso cubriremos con papel de aluminio.



Derretiremos al baño maría el chocolate blanco, y verteremos sobre el bizcocho aún sin desmoldar, para que no cubra las paredes (Si nos gusta que las cubra, haremos este paso con el bizcocho ya desmoldado). Decoramos como más nos guste y dejamos enfriar.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pastas de naranja con fruta deshidratada

¡Qué gran invento las frutas desecadas! Las fresas están tan ricas que se comen solas, como golosinas. Yo las he encontrado en una tienda a granel, pero últimamente también las he visto en algún supermercado grande envasadas en paquetitos.



Como siempre que hago galletas basándome en alguna receta de Anne Wilson, las medidas están en tazas. Las había pasado a gramos, pero esta receta la hice hace tanto tiempo que no sé donde guardé las medidas convertidas así que la pongo en formato original. "Una taza" es una taza de desayuno de 250 ml.

INTREDIENTES

125 g. de mantequilla a temperatura ambiente.
La ralladura de dos naranjas.
3/4 de taza de azúcar.
1 huevo ligeramente batido.
1 taza de harina tamizada.
1/2 taza de harina de fuerza.
2 cucharadas de zumo de naranja.
3/4 de taza de coco rallado.

Frutas deshidratadas para decorar.

Batimos la mantequilla, la ralladura de naranja y el azúcar en un bol, hasta obtener punto de pomada. Añadimos el huevo, lo mezclamos bien, y agregamos también las harinas tamizadas, el zumo, el coco y removemos hasta integrarlo todo, pero sin amasar.

Si el huevo era demasiado grande la pasta resultante no estará manejable y no podrá dársele forma, en este caso añadir más harina hasta obtener una pasta moldeable.



Hacemos un rulo con la masa, del grosor que queramos que tengan nuestras pastas de diámetro, y lo envolvemos en papel film. En ambos extremos enroscamos el papel film sobrante hasta que la masa quede apretadita, y aprovechamos para darle la forma de un cilindro perfecto. Lo metemos en la nevera media hora para que se endurezca.

Una vez firme, sacamos de la nevera, quitamos el plástico transparente, y cortamos rodajas de un centímetro más o menos. Las colocamos sobre la bandeja del horno (Yo recomiendo usar papel vegetal o base de silicona para ahorrarnos limpiar los restos de grasa), y las adornamos con cachitos de fruta deshidratada, hincándola suavemente en la masa para que no se desprenda una vez horneadas las galletas.

El proceso de horneado será de 10 a 15 minutos a 180º, dependiendo el tiempo de lo doradas que nos gusten las galletas.
Antes de retirar de la bandeja, las dejaremos enfriar un poco, porque recién salidas del horno son extremadamente quebradizas. Cuando se templen, y con la ayuda de una espátula, las retiraremos una a una y las dejaremos enfriar del todo sobre una rejilla, antes de servir, o de guardar en un bote hermético para que no se reblandezcan si es que sobreviven varios días antes de ser devoradas.

miércoles, 28 de julio de 2010

Panecillos dulces

Mi levadura fresca estaba un poco pasada ya, deberían haber crecido un poco más...



INGREDIENTES (Para unos 10 panecillos individuales)

500 g. de harina.
150 g. de leche.
75 g. de mantequilla.
2 huevos y una yema para pintar.
80 g. de azúcar.
25 g. de levadura fresca prensada.
Media cucharadita de café de sal.


Mezclamos todos los ingredientes secos en un cuenco grande (incluída la levadura desmenuzada) y agregamos la leche templada, donde previamente habremos derretido la mantequilla. Añadiremos también los huevos batidos y amasaremos hasta obtener una bola que no se pegue a las paredes del cuenco (Dependiendo del tamaño de los huevos podrá hacer falta añadir algo de harina, recomiendo usar los de tamaño etiquetado como "M" en la caja). Dejamos fermentar la masa una hora, hasta que doble su volumen, tapada con un paño de cocina limpio y mojado.

Una vez ha crecido la masa, la desgasificamos aplastándola un par de veces y modelamos los panecillos. Para darles forma de falso croasán, hay que hacer planchas con la ayuda de un rodillo, recortar triángulos y enrollarlos desde uno de los lados hasta el vértice contrario.

Luego pintaremos cada pieza con yema de huevo batido, y los dejaremos levar otra hora, momento en que procederemos a hornear a unos 180 grados hasta que estén dorados y cocidos por dentro, (dependiendo el tiempo de horneado de lo gruesas que hayamos hecho las piezas) Las de la foto, como orientación, necesitaron media hora de cocción, y tuve que cubrirlos con un papel de aluminio para que no se tostaran demasiado.

jueves, 24 de junio de 2010

Hojas de parra rellenas de arroz y carne al curry.

Este es un plato muy laborioso pero sinceramente creo que merece la pena, sobre todo si vamos a hacer muchas unidades y guardamos parte de ellas en el congelador para futuros imprevistos/caprichos/cenas improvisadas ¡A trabajar!



INGREDIENTES (Para 12 paquetitos)

12 Hojas de parra (y alguna más por si se rompe alguna o para decorar)
Medio vaso de arroz.
Un diente de ajo.
Una cebolla.
Una zanahoria.
Un manojito de judías redondas.
Aceite de oliva.
Sal.
Curry en polvo.
100 g de carne picada(de ternera, pollo, cordero, o mixta)
Un limón.



Preparamos un ARROZ BLANCO con el arroz, el ajo, y un poco de aceite. Reservamos.

Cocemos las judías una vez lavadas y limpias de rabitos, hilos, trozos feos y demás impurezas. Mientras tanto, en una sartén honda pochamos las verduras: Cebolla y zanahoria picadas cuanto más fino mejor. Una vez sofritas, cuando la cebolla esté transparente y empiece a dorarse, y la zanahoria esté blandita, añadimos la carne picada, sin dejar de remover para deshacerla bien. Sofreímos a fuego vivo durante unos 10 minutos, removiendo y procurando que la carne se dore pero no se queme. Durante este tiempo las judías ya deberían estar cocidas, las añadimos bien escurridas y picadas a la mezcla de carne y verduras, y removemos bien. Añadimos un chorro de vino blanco. Echamos también una cucharadita de curry en polvo. Corregimos de sal al gusto y también podemos añadir algún tipo de picante (tabasco, concentrado de guindilla, o pimienta) Añadimos el arroz blanco que teníamos reservado, y mezclamos hasta que todo esté perfectamente integrado. Dejaremos enfriar para poder manipular mejor el relleno. Si en el fondo de la sartén se ha acumulado demasiado líquido, es mejor escurrirlo en caliente (Lo que yo he hecho ha sido volcar todo el relleno en un escurrepasta cubierto con varias hojas de papel absorbente)

Podemos aprovechar el agua de cocer las judías, que además ya estará caliente (con el consiguiente ahorro energético) para hervir las hojas de parra. Una vez que estén bien lavadas, añadimos al agua , el zumo de un limón, e introducimos las hojas una a una hasta que estén completamente sumergidas. Las dejaremos hervir durante cinco minutos más o menos, pero no a borbotones porque no queremos que se rompan.

Transcurrido ese tiempo, las sacamos con la ayuda de una espátula o espumadera, y las dejamos enfriar lo más estiradas posible (ahora viene bien no haberle cortado los rabitos).

Una vez alcancen una temperatura tolerable para nuestros deditos o dedazos, las vamos separando una a una y cortándoles ahora el peciolo, lo más cerca que podamos de la unión con la hoja.

Es justo ahí, de donde nacía el rabito, lo más cerca que podamos, donde colocaremos cada porción de relleno. Enroscamos la hoja hacia la punta de la misma, apretando bien cada vez, y antes de llegar al final, doblaremos hacia dentro la parte de hoja sobrante a izquierda y derecha. Terminanos de enroscar, y repetimos con todas las hojas restantes.

El último paso es freír los paquetitos en aceite de oliva muy caliente, para que la hoja quede crujiente y el interior tierno y calentito. Se puede tener todo preparado para freír en el último momento, si tenemos invitados en casa o no sabemos la hora exacta en la que nos sentaremos a la mesa.

He probado a congelar unas cuantas hojas rellenas, sin freír, para probar qué tal quedarían fritas directamente del congelador. Ya os contaré, y vosotr@s ¡Ya me diréis qué tal os sale el plato si os animáis con él!

Básicos: Arroz blanco.

Un plato tan humilde... y sin embargo tan rico y que combina con casi cualquier cosa.



INGREDIENTES:

Una medida de arroz (yo uso un vaso para cada dos personas)
Dos medidas de agua.
Una cucharadita de té de sal.
Un diente de ajo.
Un chorro de aceite de oliva.

Esta manera de cocinar el arroz en blanco tiene como resultado un arroz compacto, rico en almidón y jugoso, jugoso. Ideal para comer con huevos fritos y tomate, o cualquier salsa. No lo recomiendo para acompañar platos orientales, ni para hacer ensaladas.

En una cacerola sofreimos los dientes de ajo. Si nos gusta mucho los picaremos para que se mezclen con el arroz, pero si sólo queremos darle un aroma los sofreímos enteros y los retiramos antes del siguiente paso.

Cuando empiecen a amarillear, sin tostarse todavía, añadimos el arroz, y removemos bien, haciendo que todos los granos se impregnen de aceite. Rehogamos un minuto (de ahí que no dejemos tostarse el ajo antes de añadir el arroz, para que en estos instantes en los que rehogamos el arroz, no llegue a quemarse), y añadimos el agua, mejor si está ya caliente, a punto de hervir.

Salamos, removemos hasta que comience la ebullición, y bajamos al mínimo posible sin que deje de hervir. Dejamos de remover entonces, y tras 20 minutos cociendo a fuego moderado estará listo. Dejamos reposar unos minutos, y servir.

lunes, 21 de junio de 2010

Bizcocho borracho de chocolate

Muy jugoso, aguanta varios días en la nevera, en óptimo estado,envuelto en papel de aluminio o film transparente.
Lo hice basándome en la receta de cake de chocolate con naranja confitada de Pepinho , sin naranja confitada, pero con almendra en granillo, y cambiando algunos ingredientes que no tenía, por otros que sí había por casa. Si no conoceis su blog id a visitarlo, porque no tiene desperdicio, todas y cada una de sus recetas son un éxito.



INGREDIENTES

185 gr. de harina.
70 gr. de cacao puro en polvo.
7 gr. levadura en polvo.
Una o dos pizcas de sal.
2 huevos grandes.
330 gr. de azúcar.
130 gr. de aceite de girasol.
Un yogur griego sin azucarar.
150 gr. de leche entera.
Almendra en granillo.



También usé su jarabe para mojar el bizcocho:
180 ml. de agua.
65 gr. de azúcar.
Dos chorritos generosos de ron(30-45 ml.)

Mezclamos los ingredientes secos: la harina, el cacao, la levadura y la sal. Por otro lado batimos los huevos, el azúcar y el aceite, y añadimos la mezcla de harina y cacao, y el yogur. Batimos bien hasta que la mezcla quede homogénea y sin grumos. Vertemos sobre un molde engrasado y enharinado y esparcimos por la superficie la almendra triturada.

Horneamos tras precalentar a 200º, durante diez minutos, y luego bajamos la temperatura a 150º. Apróximadamente en 40 minutos debería estar, lo comprobaremos antes clavándole una aguja de tejer o similar, y si sale sin pegotes es que está.

Mientras el cake se cocina dentro del horno, haremos el almíbar, poniendo a hervir el agua, y añadiendo el azúcar, removiendo sin parar hasta que se disuelva por completo. Sacamos del fuego y añadimos el licor. Antes de que se enfríe por completo el bizcocho, lo empaparemos con este sirope por todos lados, incluso la base. Cuando creamos que ya no admite más líquido, todavía le echaremos un poco más :-D

Pepinho recomienda envolverlo en papel film una vez frío, y guardarlo en el frigorífico. También dice que estará todavía más rico pasadas unas 48 horas de reposo, pero eso en mi casa alcanza la categoría de leyenda, porque ninguna de sus recetas podría aguantar tanto tiempo viva aquí.

miércoles, 16 de junio de 2010

Pan de maíz con nueces y arándanos.



INGREDIENTES

200 g. de harina de maíz.
300 g. de harina de trigo.
25 g. de levadura fresca.
Una pizca de sal.
Agua.
Arándanos deshidratados y nueces peladas y picadas.



Mezclamos las harinas y la sal en un cuenco grande, y formamos un hoyo en el centro a modo de volcán. Deshacemos con los dedos la levadura prensada en este hoyo, y añadimos medio vaso de agua tibia (menos de 30º). Frotamos la levadura con un poco de harina de los bordes del hoyo y agua; y dejamos fermentar esta mezcla, tapada con un paño de cocina limpio y húmedo.

Media hora más tarde, cuando la mezcla esté burbujeante, echamos los frutos secos y mezclamos con la harina restante y la masa fermentada, añadiendo agua en la medida necesaria para obtener una masa consistente, manejable, y que no se quede pegada a los dedos (Cantidad orientativa 300 ml) Si nos queda demasiado blanda siempre estamos a tiempo de añadir más harina. No hace falta amasar mucho. Dejamos levar una hora tapado con un paño húmedo.

Pasado este tiempo le damos unos golpes y aplastamos el pan para desgasificarlo, y formamos una bola con la masa. Hacemos un corte profundo en forma de cruz y dejamos reposar otra media hora.



Precalentamos el horno y introducimos un recipiente resistente al calor, lleno de agua, para formar un vapor que se traducirá en una corteza crujiente. 190º durante 25 minutos, vigilando siempre que no se tueste demasiado.

miércoles, 9 de junio de 2010

Soufflé de queso

Corrí desde la cocina al comedor sujetando el soufflé con las manoplas acolchadas, saltando sobre los gatos y esquivando obstáculos que diez segundos antes no estaban ahí, a toda velocidad, nadie que estuviese mirando en ese momento pudo verme, y aun así, a pesar de mi aceleración imposible, de mi supervelocidad salvaje, el soufflé se bajó mientras cogía la cámara ya encendida y enfocaba el centro de atención. Qué difícil es fotografiar un soufflé, madre mía!



INGREDIENTES

500 ml. de leche.
100 g. de mantequilla.
4 cucharadas de harina.
150 g. de queso rallado emmental.
3 yemas de huevo
5 claras de huevo.
Sal y pimienta.

Hacemos una bechamel con la mantequilla, harina y leche, ya sabeis: Derretimos la mantequilla, añadimos la harina y removemos hasta que se tueste un poquito, vamos añadiendo la leche lentamente mientras removemos con unas varillas, hasta acabarla por completo y la salsa esté homogénea y espesa. Salpimentamos. Fuera del fuego ya, añadimos las yemas , integrándolas de una en una a la masa.
En esta bechamel añadimos el queso rallado hasta que se derrita, y si queremos poner algún ingrediente más, es el momento también de agregarlo. Reservamos y dejamos templar mientras montamos las claras (que no se enfríe del todo o se solidificará).

Montamos las claras a punto de nieve, primero batiendo despacio y a más velocidad al final. Cuanto más duras queden las claras, mejor.

Mezclamos las claras con la masa de queso un poco tibia ya, con movimientos envolventes, despacito, para que no se baje la espuma.

Vertemos sobre un molde de soufflé engrasado y metemos a horno precalentado, 200 grados durante 45 minutos. A mitad de cocción podemos cubrir con un papel de aluminio para que no se tueste demasiado la parte superior. Comprobamos que esté cocinado clavándole una aguja de tejer hasta el centro, y cuando salga limpia, está listo. Es mejor abrir cuantas menos veces el horno, mejor. Limpiar de obstáculos el pasillo y servir inmediatamente ¡Antes de que se desinfle!

lunes, 7 de junio de 2010

Fritos de chorizo 2.0

Esto es una revisión de los clásicos fritos de chorizo de mi abuela, una masa de huevo, harina, leche y levadura, donde a veces añade pescado, a veces chorizo o jamón. La abuela de Antonio los hace con espinacas y están también buenísimos.
La receta original se hace cogiendo cucharadas de masa y friéndolas en abundante aceite, pero he intentado hacerlos en la máquina de hacer muffins del Lidl, y el resultado ha sido este: Muy ricos y esponjosos, pero mucho menos pesados que los fritos, ya que la única grasa que llevan es la del chorizo.



Es un poco raro comer buñuelos de chorizo con forma de magdalena, pero una vez superado el prejuicio inicial, la bandeja se acaba enseguida.

INGREDIENTES para unas dos docenas de unidades pequeñitas

250 g de harina.
250 ml de leche.
2 huevos de gallina.
Una pizca de sal.
Un chorizo no muy curado, desmenuzado.
Un sobre de levadura en polvo.



Batimos ligeramente los huevos con la sal en un bol grande, y les añadimos la harina y la levadura. Vamos mezclando y batiendo con un tenedor mientras agregamos progresivamente la leche, hasta obtener una pasta sin grumos. Añadimos el chorizo desmenuzado y dejamos reposar unos minutos mientras calentamos el aceite si los hacemos fritos, o la "magdalenera".

En sartén: Vamos cogiendo cucharadas de masa procurando que en cada una vaya algún trozo de chorizo, y las echamos con cuidado en el aceite caliente. Al soltarlos en el aceite tienen que crepitar y flotar. Si se van al fondo es que el aceite no está lo bastante caliente. Repetiremos la operación cuando haya calentado lo suficiente. Los freimos por ambos lados, en tandas, y los vamos dejando escurrir sobre papel de cocina para que absorban la mayor cantidad de aceite sobrante. Servir calientes. Si agitamos la sartén mientras los freímos, se hincharán más y resultarán más esponjosos. Es recomendable ir quitando los restos pequeñitos de masa que se puedan desprender de los fritos, para que no se quemen y contaminen el aceite.

En máquina de hacer muffins o rosquillas: Una vez caliente, vertemos cucharadas de masa cuidando de que vaya algún trozo de chorizo, hasta llenar cada alveolo. Cerramos la tapa y dejamos hacer. En el caso del aparato del Lidl ha llevado 15 minutos cada tanda. La verdad es que se acaba antes friéndolos, pero se mancha mucho menos.

¡Que aproveche!

lunes, 31 de mayo de 2010

Licor café

Licor café... O la verdadera poción mágica de Panoramix.
Si hay algún licor que nos guste a los gallegos, es el licor café. Generalmente hecho con aguardiente casero, yo que sólo soy gallega de adopción, prefiero hacerlo con Ron porque el olor del "augardente" no me gusta demasiado (El sabor tampoco). Recetas hay muchas, esta es la mía y espero que os guste.



INGREDIENTES

Ron añejo.
Café en grano.
Azúcar.
Agua.
Opcional: Una ramita de canela.

Llenamos la tercera parte de una botella, bote, o garrafa, con café en grano (cuanto mejor sea el café, mejor será el licor), y añadimos la ramita de canela si nos gusta. A mí la canela me encanta, pero en este caso nunca la pongo porque el licor café me gusta que sólo sepa a café.
Rellenamos la botella con un buen ron y la dejamos reposar en un sitio oscuro y sin cambios de temperatura, a ser posible.

Un mes después lo colamos y reservamos.

Hacemos un almibar espeso con la misma cantidad de agua que de azúcar, y esta cantidad de agua vendrá dada por la cantidad de ron que tengamos preparado, y siempre será la tercera parte. (Vamos, que si tenemos un litro de ron una vez colado el café, pondremos 330 ml de agua a calentar, y el mismo volumen de azúcar). Hervimos a fuego lento unos minutos, hasta que se haya disuelto completamente el azúcar, y dejamos enfriar. El resultado será un almibar algo espeso, que le dará cuerpo al licor.

Una vez frío, mezclamos con el ron y agitamos bien. Tiene que estar frío porque si lo mezclásemos caliente se evaporaría el alcohol del licor. Antes de embotellar, podemos probar porque esta receta es muy personalizable. Si nos parece que el licor está poco dulce, siempre estamos a tiempo de añadir más almíbar, y si por el contrario somos poco golosos y preferimos algo más "cañero", pues con añadir un poquito más de ron, solucionado. Yo recomiendo ir probando hasta encontrar vuestra propia receta secreta.

martes, 4 de mayo de 2010

Tarta mousse de limón con galleta de chocolate.

La abuela de Antonio hace de vez en cuando una tarta de limón parecida a esta. Me dijo que lleva huevos, leche condensada, limón y gelatina, y especulando las cantidades hice este pastel, con la bonificación de la base chocolateada.



INGREDIENTES:

PARA LA BASE necesitaremos

220 g de harina
125 g de mantequilla a temperatura ambiente, en dados.
70 g de azúcar.
Un huevo.
30 g de cacao en polvo puro. (Yo usé marca Valor)
Una pizca de sal.

PARA LA MOUSSE necesitaremos

4 limones exprimidos
La cáscara rallada de dos de ellos.
4 claras de huevo.
2 yemas.
370 g de leche condensada (Una lata pequeña de las de "La lechera")
9 hojas de gelatina neutra.
Un poco de cremor tártaro si tenemos, pero es prescindible.



Hacemos una especie de masa quebrada, mezclando los ingredientes secos, a los que añadiremos los cubos de mantequilla. Frotamos con los dedos deshaciendo la mantequilla hasta obtener una mezcla de aspecto arenoso, y añadimos el huevo. Amasamos hasta integrar todo en una masa maleable de tacto muy parecido al de la plastilina. Si el huevo era muy pequeño necesitaremos añadir un poquitín de agua. Forramos el molde con esta pasta, cubrimos con papel de aliminio o vegetal, presionando bien contra los lados y el fondo, y rellenamos con alubias, garbanzos, o bolas de cerámica específicas para ello (Esto se hace para que la masa no suba o se desprenda de las paredes al coger calor y derretirse la mantequilla) Lo hornearemos 15 minutos a 150º con cuidado de que no se nos queme. Al resultar una masa negra no nos podemos orientar por el color dorado de los bordes así que mucho ojo. Una vez cocida la base, dejamos enfriar, retiramos el peso y reservamos sin desmoldar.

Nos ponemos con la mousse. Ponemos a hidratar la gelatina en agua fría. Vertemos la leche condensada en un cuenco grande. Una vez estén hinchadas las láminas de gelatina las escurrimos, y las deshacemos en el zumo de los limones que previamente habremos puesto a calentar. Removemos bien hasta su completa disolución y apartamos del fuego. Añadimos esta mezcla a la leche condensada, sin parar de remover. Añadimos también las ralladuras de limón. Dejamos enfriar removiendo de vez en cuando para saber cuándo la mezcla comience a espesar. Mientras tanto batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal y el cremor tártaro. Una vez que esté tan firme que podamos darle la vuelta al recipiente y no se desprendan de este, añadimos las yemas y seguimos batiendo. Este merengue con yemas lo añadiremos a la mezcla de leche condensada y limón, de manera muy delicada, con movimientos envolventes de abajo a arriba, para que se integren las dos pastas sin que se bajen las claras.
Volcamos sobre la base, asegurándonos antes de que está completamente fría, y decoramos con fideos de chocolate o ralladura de lima.

Yo recomiendo probar la mousse antes de volcarla en la base, porque si los limones son muy ácidos, o somos extremadamente golosos, puede que hiciese falta añadir un poco de azúcar (mejor glass, para que se disuelva más fácilmente).

Metemos en la nevera hasta que la gelatina cuaje del todo. Mejor sería dejarla preparada del día anterior pero con unas horas bastará.


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Cachopitos enrollados con rebozado de ajónjoli.

¡Un montón de tiempo sin actualizar! He encontrado tantos otros blogs de cocina interesantes que me he pasado el tiempo haciendo recetas suyas, algunas con buen resultado, otras no tanto, que no he hecho apenas recetas nuevas para subir. Ayer tocaron estos cachopos en miniatura. Si quereis comer cachopo de verdad, id a Asturias y llevad bicarbonato. :)



INGREDIENTES:

Escalopines de ternera.
Queso semicurado.
Jamón serrano.

PARA EL REBOZADO ESPECIAL:

Regañas de ajónjoli.
Huevo batido.
Harina.
Pizca de sal.


Trituramos las regañas de ajónjoli hasta hacerlas polvo. Los rebozados caseros (no hechos con pan rallado comercial) quedan crujientes y además se les puede aportar un montón de sabores. Podemos triturar pan de aceitunas seco, tostadas multicereales, incluso galletas maría, como ya hemos visto en las croquetas Pozarsky.

Golpeamos los escalopines con el dorso de un cuchillo ancho para hacerlos aún más finos si cabe. Colocamos sobre cada uno una loncha de jamón serrano de su tamaño, y enrollamos con cada uno un palito de queso semi curado. Para que los rollitos no se abran podemos recurrir al palillo, pero yo prefiero ser un poco más lenta y pegar cada borde con huevo batido, para que luego no molesten en el plato.

Rebozamos con harina primero, huevo batido después, y finalmente el pan rallado casero. Insistimos en los extremos de los canutillos mojando otra vez en huevo y pan rallado. Apretamos bien y metemos en la nevera mientras preparamos la guarnición.

Freír en abundante aceite muy caliente hasta que se doren. Al ser carne de ternera no necesitamos que el tiempo de fritura sea muy largo, al contrario, conviene que por dentro la carne quede rosadita pero que el queso esté derretido.

martes, 6 de abril de 2010

Pequeñas bombas de crema y nata.

¡BOooooooommmbas!


INGREDIENTES (para una docena de bombitas)

125 g. de harina de trigo.
125 g. de harina de arroz.
20 g. de manteca de cerdo (se puede usar mantequilla).
1 pizca de sal.
50 g. de azúcar.
15 g. de levadura fresca.
1 huevo.
80 ml de leche.
Esencias de vainilla y/o almendra.

Calentamos la leche y derretimos en ella la manteca de cerdo. Dejamos templar hasta que la temperatura baje de 30 grados. Mayor calor podría anular el efecto de la levadura fresca.

En un cuenco grande, volcamos la harina, el azúcar, la sal y las esencias, y mezclamos bien. Formamos un volcán y echamos en él el huevo, parte de la leche tibia, y la levadura desmenuzada. Vamos mezclando y añadiendo leche hasta llegar a una masa blanda pero consistente. Si no se despega de las paredes podemos añadir más harina, pero no demasiada.

Dejamos levar 1 hora tapando la masa con un paño limpio y húmedo. Cuando haya doblado su volumen podemos modelar los bollitos con la forma que deseemos. Desgasificamos y estiramos la masa con la ayuda de un rodillo hasta un grosor de un centímetro y medio más o menos, y cortamos círculos con la ayuda del borde de un vaso. Colocamos las piezas de masa en una superficie bien enharinada y las dejamos levar otra vez hasta que hayan doblado su volumen. (En mi caso estuvieron así toda la noche, porque hacía bastante frío, pero en un ambiente cálido bastará con unas horas o menos incluso).



Calentamos aceite de girasol en una cacerola profunda, y freimos los bollitos a temperatura media hasta que se doren. Si agitamos la cacerola mientras se fríen se hincharán más ¿Por qué? No lo sé, pero está comprobado. Si alguien lo sabe que nos lo explique. Tendremos especial cuidado en que el aceite no esté muy caliente, o se pondrán crujientes por fuera y crudos por dentro, y eso no es lo que pretendemos.

Una vez fríos los cortamos por la mitad con un cuchillo de sierra, y los rellenamos con crema pastelera, nata montada, o lo que nos apetezca en ese momento. Espolvoreamos con azúcar glass.

martes, 30 de marzo de 2010

Choricitos al vino

Al próximo que me diga que no se cree capaz de hacer ninguna de las recetas de este blog, le remitiré a esta. Más fácil y rápido imposible.



INGREDIENTES:

Choricitos frescos.
Vino blanco.
Unas hojas de laurel y de romero.
Unos granos de pimienta.

Pinchamos con una aguja los chorizos por varias zonas, se trata de que al cocerlos en el vino se desgrasen casi completamente, y por estos agujerillos en la piel se irá toda la grasa.
Los colocamos en una cacerola, los cubrimos con vino blanco (no hace falta que sea un buen vino, apenas se notará su sabor porque el del chorizo es muy potente), y añadimos una hoja de laurel y unas cuantas de romero. Echamos también unos granitos de pimienta.
Lo ponemos todo a hervir, y en unos minutos estarán listos. El tiempo de freír unas patatas para acompañar. Los escurrimos bien y servimos de inmediato.

Si queremos que los chorizos queden lo menos grasos posible, mientras se van cociendo podemos vigilar y pinchar si procede, pequeñas bolsitas de líquido que se formen bajo la piel que los recubre. Así toda la grasa acabará derretida en el vino, por eso es importante sacarlos recién cocidos, porque ésta si se enfría volverá a solidificarse.

lunes, 22 de marzo de 2010

Bizcocho con peras

El otro día compramos unas peras de oferta que estaban incomibles, así que intenté darles salida improvisando algo con ellas. Nos gustó bastante así que algún día tendré que repetirlo con peras sabrosas :-D



INGREDIENTES (para un molde alto de 18 cm)

700 g. de peras peladas, descorazonadas y troceadas.
300 g de harina.
2 huevos.
100 ml de aceite de girasol.
150 g. de azúcar.
Una rama de canela.
Esencia de vainilla.
Un sobre de levadura en polvo.
Un poco de azúcar moreno.


Cocinamos la mitad de las peras en una cacerola sin agua, con la rama de canela, a fuego lento, hasta obtener una especie de compota. Si Sueltan mucha agua, iremos retirándosela. Con diez minutos bastará. No se le añade azúcar todavía.

Mientras tanto trituramos el resto de la pera troceada, le añadimos el resto de los ingredientes menos el azúcar moreno, y batimos hasta que todo esté perfectamente integrado y tengamos una masa líquida pero espesa. Supongo que dependerá de lo jugosas que sean las peras hará falta más o menos harina: La textura de esta mezcla ha de ser suficientemente consistente para que al verterle la compota por encima, ésta no se hunda. (Por poner un ejemplo de densidad... podría ser parecida al yogur griego de danone).



Echamos esta masa en un molde engrasado (Yo usé uno de paredes desmontables), y por encima repartimos la compota de pera. Esparcimos por encima dos o tres cucharadas de azúcar moreno, (Preferí echárselo así y no añadirlo a la compota, para que se caramelizase en el horno y formase algo de costra), y horneamos 45 minutos a 160 grados. Comprobar que está cocido con el método del palillo o aguja de tejer, pero teniendo en cuenta que la parte superior del pastel siempre pringará.

jueves, 18 de marzo de 2010

Puding de manzana

Esta receta la encontré en el blog de Kanela y limón, a su vez lectora de este blog.



Lo único que cambié fue espolvorear la manzana con canela en polvo, y añadir esencia de vainilla a la mezcla de leche y huevos. Lo horneé en total una hora, y creo que no le habría sobrado un cuarto de hora más.



Además hice una gelatina con 200 ml de zumo de manzana y el zumo exprimido de medio limón, y se la eché por encima para que hiciera una capa brillante, pero el puding se empezó antes de que cuajara y el zumo todavía líquido se desparramó por el plato (se puede apreciar el desastre en la foto de la ración). Creo que esperando el tiempo suficiente habría quedado muy bonito,¡Pero esta casa está llena de impacientes! (Empezando por mí)

La receta podeis encontrarla en la web de Kanela y limón, un blog de cocina que a mí al menos me ha encantado y pienso hacer muuuuchas de sus recetas.

martes, 16 de marzo de 2010

Te al estilo Hindú (Chai hindú)

Una bebida caliente y picante, excelente para los días fríos o cuando el ánimo está por los suelos. Aromática, dulce, sabrosísima... Se nota que me encanta, ¿No?. Últimamente ya podemos encontrar preparados y mezclas para hacer te al estilo hindú en herboristerías o tiendas más o menos especializadas, pero antiguamente en casa lo preparábamos así:



INGREDIENTES (Esta vez por persona)

200 ml de leche de vaca, cabra o de soja.
Una cucharadita de te negro.
Dos granos de pimienta verde.
Una rodaja de jengibre fresco.
Un trocito de cáscara de limón o naranja.
Un trocito de canela en rama.
Dos clavos de olor.
Azúcar al gusto.

Se trata de cocer todos los ingredientes directamente en leche (también puede ser de soja), durante bastante tiempo, para extraer al máximo todos los aromas y sabores. Por ello debemos dejar que la leche hierva, pero encontrar el punto de temperatura en nuestra cocina para que no se pegue al fondo de la cacerola ni se suba y se salga. La primera vez que lo hagamos tendremos que estar vigilando, pero las siguientes ocasiones ya podemos dejar el te haciéndose mientras nos vamos a hacer otras cosas. Yo suelo dejarlo unos 15 o 20 minutos, pero si no os gustan los sabores fuertes con 5 o 10 bastará.

sábado, 13 de marzo de 2010

Churros

El desayuno del festivo. Hay que madrugar para ponerse manos a la obra, o hacerse el dormido mientras el amante hace burbujear el aceite. Recetas hay muchas, yo copio aquí la mía y ¡ya me contareis si os gusta!



INGREDIENTES (Para tres docenas aproximadamente, claro que dependerá del tamaño de los churros)

250 g de harina de trigo.
Igual VOLUMEN de agua mezclada con leche, a partes iguales.
Un pellizco de sal.
Una cucharadita de margarina.
Azúcar para espolvorear.
Aceite de girasol para freír.

Siempre que hagamos churros, lo mejor para acertar con las cantidades, es igualar la cantidad de líquido que de harina, en volumen. Lo mejor para esto es una jarra medidora, que llenaremos de harina hasta los 250 mililitros, habiendo puesto a calentar en una cazuela la misma cantidad de agua mezclada con leche a partes iguales. También echaremos en la olla un buen pellizco de sal (los churros sosos son igual que un jardín sin flores) y una cucharada de margarina para mantener el michelín en su sitio. (Se puedes prescindir de ella pero le da un nosequé al churro...)

Cuando la mezcla comience a hervir, volcamos en ella toda la harina DE GOLPE (no tan de golpe como para que nos salga volando la leche caliente) porque inmediatamente absorberá el líquido y se solidificará. Esta es la clave de unos buenos churros, porque si titubeamos al verter la harina quedará grumosa al no empaparse toda por igual.
Removemos con una cuchara de palo resistente hasta obtener una masa uniforme.

Rellenamos la churrera (yo tengo una fabricada en los años sesenta por lo menos, la de toda la vida, "la maneja hasta una niña", dice el folleto) o la manga pastelera con una boquilla de estrella, y formamos los churros encima de un paño de cocina limpio, o si somos mañosos y muy osados, directamente encima del aceite hirviendo. Yo hago una serpiente bien larga y luego la corto a cuchilladas sin piedad.

Se fríen en abundante aceite caliente hasta que estén dorados, y se escurren sobre papel absorbente. Los espolvoreamos con azúcar y a la mesa enseguida. ¡Como mejor están es calientes!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Ensalada Rockefeller

Esta ensalada es tan rica, tan rica, tan rica, que la he bautizado como Rockefeller. Lo mejor es el contraste entre ácidos y dulces, si nos gusta más el lado ácido, elegiremos manzanas Reineta o Granny Smit, y un vinagre de vino o sidra. Si somos más bien golosos, Golden o Royal gala, y vinagre de módena para aliñar.




INGREDIENTES

Mezcla de lechuga, canónigos, escarola y lombarda.
Zanahoria cruda.
Cebolla.
Nueces.
Queso azul.
Semillas de sésamo.
Uvas pasas (mejor de corinto).
Manzana.
Croutons de pan.
Sal, aceite de oliva virgen y vinagre.

Pelamos y cortamos en láminas finas la zanahoria y la manzana. Troceamos las nueces y picamos la cebolla, y lo mezclamos todo con el resto de los ingredientes. Las cantidades van al gusto de cada uno.

Mezclamos bien y aliñamos en el momento de consumir.

lunes, 8 de marzo de 2010

Mousse de turrón.

Como dice Falsarius de su receta de Torrijas de dulce de leche, esta receta es ideal para hacer dieta, porque te lo comes y luego no te queda más remedio que ponerte a régimen.



Ingredientes (Para seis copas):

200 g de turrón de jijona.
200 ml de nata para montar.
3 claras de huevo.
Bolitas de chocolate o frutos secos para adornar.

Es facilísimo: Se monta la nata y se le añade el turrón triturado. Se bate un minutillo para que se mezcle bien.

Aparte se montan las claras a punto de nieve, con un pellizquito de sal, pero cuidando de haber limpiado muy bien tanto las varillas como el recipiente (si es el que habeis usado para montar la nata) porque los restos de grasa hacen que las claras no monten bien.

Se mezclan la nata+turrón con el merengue, con una cuchara o espátula, pero nunca batiendo, sólo removiendo suavemente, para que no se bajen las claras.

Si sois golosos podeis añadir una cucharada de azúcar al montar las claras.

Se coloca en copas y se decora con lo que tengamos más a mano.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Rape al horno con pimiento verde

Ultimamente debo de tener antojo de cebolla porque no paro de cocinar cebollas y más cebollas...


INGREDIENTES (para dos)

Dos colas de rape.
Dos patatas grandecitas.
Una cebolla.
Un pimiento verde.
Dos dientes de ajo.
Un chorro de aceite de oliva.
Sal y pimienta.

Picamos la cebolla, los ajos y el pimiento y lo sofreímos en un chorro de aceite y una pizca de sal. Reservamos.

Pelamos y cortamos las patatas al estilo Monfero y las colocamos en una fuente para horno, salpimentadas y cubiertas con la mitad del sofrito de pimientos y cebolla.

Lo metemos al horno 20 minutos a 150 grados.

Sacamos la fuente y colocamos las colas de rape, desespinadas, y las cubrimos con el resto del sofrito.

Asamos otros 20 minutos y ¡Listo!

martes, 2 de marzo de 2010

Tarta de cuajada.

¡Buenísima!


INGREDIENTES
Para un molde de 28 cm

250 gr. de harina.
Unas gotas de esencia de vainilla.
120 g. de azúcar moreno.
3 huevos.
Una pizca de sal.
125 g de mantequilla.
250 ml de cuajada.
100 ml. de nata.
la ralladura de un limón.

Primero hacemos una masa quebrada, mezclando 125 g de harina con la esencia de vainilla, 50 g. de azúcar, medio huevo batido, una pizca de sal, y la mantequilla en trozos pequeños. Podemos mezclar con los dedos o con una espátula, hasta obtener una masa uniforme. Guardamos 15 minutos en el frigorífico, tras los cuales cubrimos con ella el molde. Podemos hacer masa quebrada con el huevo entero doblando también el resto de cantidades, tendremos masa suficiente para hacer otro pastel otro día: Esta masa se conserva muy bien congelada, envuelta en papel film.



Separamos las claras de las yemas de los otros dos huevos, y batimos las yemas con el resto del azúcar (70 g.), hasta obtener una masa espumosa. Incorporamos la cuajada, la nata, la ralladura de limón, y la harina restante (125 g.). Mezclamos bien.

Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal, y las añadimos a la mezcla anterior, removiendo con una cuchara o espátula, pero nunca batiendo.

Extendemos esta mezcla más bien líquida sobre la base de masa quebrada, y horneamos el pastel durante 35-40 minutos en horno precalentado a 170 grados. Pasado este tiempo clavamos un cuchillo o aguja de tejer, y si sale limpia , podemos apagar el horno y sacar el pastel.



Si queremos decorar la tarta con figuras de masa quebrada, las podemos modelar en los primeros minutos de horneado, porque no se pueden colocar sobre la tarta hasta que la masa no esté lo suficientemente cuajada para sostenerlos. Pasados unos 15 minutos ya será bastante consistente, sacamos el pastel del horno, las colocamos, y seguimos horneándolo hasta el final de la cocción.