Esto es una revisión de los clásicos fritos de chorizo de mi abuela, una masa de huevo, harina, leche y levadura, donde a veces añade pescado, a veces chorizo o jamón. La abuela de Antonio los hace con espinacas y están también buenísimos.
La receta original se hace cogiendo cucharadas de masa y friéndolas en abundante aceite, pero he intentado hacerlos en la máquina de hacer muffins del Lidl, y el resultado ha sido este: Muy ricos y esponjosos, pero mucho menos pesados que los fritos, ya que la única grasa que llevan es la del chorizo.
Es un poco raro comer buñuelos de chorizo con forma de magdalena, pero una vez superado el prejuicio inicial, la bandeja se acaba enseguida.
INGREDIENTES para unas dos docenas de unidades pequeñitas
250 g de harina.
250 ml de leche.
2 huevos de gallina.
Una pizca de sal.
Un chorizo no muy curado, desmenuzado.
Un sobre de levadura en polvo.
Batimos ligeramente los huevos con la sal en un bol grande, y les añadimos la harina y la levadura. Vamos mezclando y batiendo con un tenedor mientras agregamos progresivamente la leche, hasta obtener una pasta sin grumos. Añadimos el chorizo desmenuzado y dejamos reposar unos minutos mientras calentamos el aceite si los hacemos fritos, o la "magdalenera".
En sartén: Vamos cogiendo cucharadas de masa procurando que en cada una vaya algún trozo de chorizo, y las echamos con cuidado en el aceite caliente. Al soltarlos en el aceite tienen que crepitar y flotar. Si se van al fondo es que el aceite no está lo bastante caliente. Repetiremos la operación cuando haya calentado lo suficiente. Los freimos por ambos lados, en tandas, y los vamos dejando escurrir sobre papel de cocina para que absorban la mayor cantidad de aceite sobrante. Servir calientes. Si agitamos la sartén mientras los freímos, se hincharán más y resultarán más esponjosos. Es recomendable ir quitando los restos pequeñitos de masa que se puedan desprender de los fritos, para que no se quemen y contaminen el aceite.
En máquina de hacer muffins o rosquillas: Una vez caliente, vertemos cucharadas de masa cuidando de que vaya algún trozo de chorizo, hasta llenar cada alveolo. Cerramos la tapa y dejamos hacer. En el caso del aparato del Lidl ha llevado 15 minutos cada tanda. La verdad es que se acaba antes friéndolos, pero se mancha mucho menos.
¡Que aproveche!
Parecen magdalenas extraterrestres. O incluso pequeños ovnis.
ResponderEliminarSí que parecen. La invasión de los fritos de choriiiiizoooooooo!
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