Primera petición del blog, ¡Ya verás qué fácil! Y recuerda que lo que hace que la cebolla no te siente mal es que hay que freírla mucho, primero a fuego lento para que no se queme y luego a fuego fuerte para que se dore.
INGREDIENTES (para dos personas)
Medio repollo pequeño.
Dos cebollas pequeñas.
Dos dientes de ajo.
Una copa de vino blanco.
Dos cucharadas (de café) de pimentón dulce.
Un chorrito de aceite de oliva.
Un bote pequeño de garbanzos cocidos.
Un huevo.
Sal al gusto.
Partir el repollo en tres o cuatro trozos grandes (a mí me gusta comérmelo así, pero si quieres puedes partirlo en trozos pequeños y servirlo mezclado con los garbanzos), y lo pones a cocer en abundante agua con sal de una hora a hora y media, dependiendo de cómo te guste el punto de cocción. Yo lo he dejado hora y media.
En un cazo aparte, cuece un huevo durante 10 minutos. No te pases o la yema cogerá un color verdoso no muy atractivo.
Cuando falte media hora para que esté listo el repollo, pelas las cebollas, y las picas en trozos no muy grandes (Foto 1). En una sartén un poco honda (para que no salpique) echas un chorro de aceite de oliva, y cuando esté caliente añades las cebollas y los ajos (enteros si luego los quieres retirar, o picados muy fino si los dejas. Yo los añado picados y los dejo). Añade una cucharadita de sal para que la cebolla suelte su jugo. Dejas freír a fuego lento durante diez minutos. Hasta que tengan el aspecto de la segunda foto, o algo más oscuro, porque la cámara no cogió el color exacto de la cebolla; en realidad estaba más dorada. Si hace falta sube el fuego otros cinco minutos más, pero cuida de que no se queme. Revuelve de vez en cuando durante todo el proceso.
Cuando la cebolla ya esté tierna y dorada, añade el pimentón y revuelve para que se fría un poco, pero sólo unos segundos, e inmediatamente le toca al vino. Añades la copita sobre la cebolla y al entrar en contacto con ella sonará un "shhhhhshshshhhh" que los italianos al hacer el rissotto llaman "sospiro". Soltará un montón de vapor que es por eso que la foto ha quedado así de borrosa:
Revuelve y deja hacerse unos minutos hasta que se evapore el vino. El aspecto final del sofrito es el de la foto del tenedor de madera. Prueba de sal, si te parece soso, añade un poco más.
Cuando el repollo ya esté cocido, sácalo a un escurridor para que vaya soltando el líquido, y aprovecha el agua donde lo has cocido para calentar los garbanzos de bote llevándolos a ebullición. (También puedes usar garbanzos secos, dejándolos remojar desde el día anterior, y cociéndolos durante una hora u hora y media, más o menos como el repollo).
Cuando esté todo listo, coloca el repollo en el plato, los garbanzos, cubrelo con el sofrito (abundantemente), y esparce por encima medio huevo cocido para cada uno.
¡No te olvides del pan para mojar! :P
Postdata: ¿Alguien sabe por qué no me deja insertar espacios en el bloque de texto entre la primera y la segunda foto?
Gjk%#jjk&$!!! Le di a publicar y se borró todo lo que acababa de escribir!! Repetimos:
ResponderEliminar¡Oh, qué bien, qué personalizado! ¡Qué importante me siento!
Lo de la cebolla ya lo tengo dominado, por fin puedo comer cosas con cebolla sin arrepentirme luego.
Por lo de ahora tengo dos dudas:
1. ¿El vino es imprescindible? ¿Y vale uno blanco cualquiera, no? ¿O no?
2. El tiempo de cocción del repollo no es en la olla exprés, no? (¡eso espero!) ¿En la olla exprés cuánto sería, más de media hora?
El vino no es imprescindible pero si quieres que esté tan rico como el que comiste en mi casa... yo uso vino en todos los guisos, vale un Don Simón de brick o el más barato del súper. Ten en cuenta que el poco alcohol que tiene una copa de vino se evapora en segundos, sólo queda un saborcillo, un aroma, un nosequé.
ResponderEliminarEl tiempo de cocción del repollo es en olla normal. En el piso no tengo olla exprés. ¡No cabríamos las dos en la cocina! :D Si lo haces en ella yo creo que en 20 minutos está, pero no podría asegurártelo.
Un beso!
¡Ya lo he hecho y quedó buenísimo!
ResponderEliminarAcabo de volver a ver la foto, y a mí me queda incomparablemente más feo.
ResponderEliminarVaya, qué tonta soy, acabo de recordar que te acabo de dejar un mensaje en otra entrada diciendo que es para comer y no para mirar.
Qué fuerte lo mío, qué poca coherencia.