miércoles, 28 de enero de 2009

Trenza de avellanas

Esta receta la adapté de un viejo libro de cocina que andaba por casa. La original era una trenza hecha con levadura fresca y por tanto masa fermentada, pero como no tenía la adapté a la levadura en polvo y salió esto:



INGREDIENTES

Para la masa:

500 g de harina.
100 g de mantequilla ablandada.
Un sobre de levadura (yo usé Royal).
1/4 de leche tibia.
100 g de azúcar.
2 huevos.
La corteza rallada de un limón.
Una pizca de sal.


Para el relleno:

200 g de avellanas (o nueces) molidas.
200 g de azúcar.
2 claras de huevo.
4 cucharadas de leche.


Tamizar la harina mezclada con la levadura y la sal en un cuenco. Añadir la mantequilla en trozos, la corteza de limón, los huevos y la leche. Amasar añadiendo leche o harina según veamos la consistencia. Tiene que quedar una masa muy modelable.

Mientras reposa, hacemos el relleno: Unimos las avellanas molidas, el azúcar, las claras (batidas aunque sin llegar a punto de nieve, no es necesario) y la leche, hasta que quede una mezcla homogénea.

Ahora viene lo único complicado de la receta, que es ¡Explicar como se hace la trenza! Hacerlo no es difícil, sólo describir como se hace (debería haber tomado más fotos).

Intentémoslo: dividimos la masa en tres partes iguales. Extendemos cada una de ellas sobre una superficie enharinada dándoles forma de tres rectángulos iguales el triple de largos que de anchos aproximadamente. Las cubrimos con un tercio del relleno, sin que quede una capa demasiado generosa. Tampoco es muy importante que esté perfectamente repartida. A continuación enrollamos cada lámina por su parte más larga, hasta formar los tres brazos que formarán la trenza.

Ya en la bandeja de hornear (cubierta con papel sulfurizado), y con un cuchillo MUY afilado y enharinado, hacemos un corte longitudinal en cada brazo, aproximadamente en dos terceras partes de su profundidad. Con los dedos y con cuidado abrimos el corte hasta que se vean bien las capas interiores de masa y de relleno. Al crecer gracias a la levadura es lo que dará ese aspecto apetitoso y complicado (ya veis que no lo es) al pastel.

Unimos entonces los tres extremos de los brazos y doblamos hacia abajo, y ahora todo depende de la maña de cada uno; trenzamos las tiras y rematamos el otro extremo también doblando hacia abajo.

Horneamos a altura media unos 40 minutos a 190º. Si se tuesta demasiado la cubrimos con papel sulfurizado o de aluminio.

Para darle brillo la podeis pintar (una vez tibia) con mermelada o con clara de huevo batida.

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