Una receta fácil de sabor muy característico que nos dejará la casa impregnada de aromas exóticos.
INGREDIENTES(Para 4 personas)
Dos pechugas de pollo limpias y en trozos de bocado.
Dos dientes de ajo picados o machacados.
Dos cebollas picadas en trozos lo más pequeños posible.
Aceite de oliva.
75 ml. de nata para cocinar.
100 ml. de caldo de verduras, pollo o en último caso, agua.
Una pizca de sal.
Una cucharada de postre de la mezcla de especias denominada curry.
Calentamos una sartén con el fondo pintado de aceite y a fuego fuerte procedemos a sellar los trozos de pollo. No los hacemos del todo, simplemente tiene que cocinarse la parte exterior quedando crudos por dentro. No hace falta cocinarlos más porque luego hervirán un momento con la salsa y si nos pasamos quedarían secos. Reservamos el pollo.
En la misma sartén y con un chorrito de aceite de oliva sofreímos la cebolla a fuego lento, hasta que se dore. Al llevar tanta cebolla es importante que la sofriamos bien, a fuego lento y durante mucho rato, porque si la hacemos a toda prisa luego nos repetirá.
Añadimos el ajo y la sal y sofreímos un rato más. Añadimos el vino blanco, la nata, el caldo , las especias, y dejamos reducir. Si nos gusta picante podemos añadir un poco de pimentón picante o pimienta negra.
Cuando los líquidos hayan reducido y todos los ingredientes se hayan integrado hasta formar una crema, añadimos los trozos de pollo y dejamos cocinar un par de minutos más. Servimos inmediatamente, yo aconsejo acompañarlo de un buen arroz blanco.
El pollo así queda riquísimo. Solo hay un tremendo problema, el plato queda tremendamente sucio de salsa y hay que limpiarlo concienzudamente con unos trocitos (muchos) de pan (por ejemplo el "melonpan")asegurandose que quede limpito...
ResponderEliminarJe, je, je, je...¡qué astuto soy! (¡y qué tragón...!)
¿Y si pruebas a poner el plato en el suelo? Seguro que algún ente mágico hace que desaparezca hasta el más mínimo rastro de salsa... jejejejjejejjjj
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