martes, 18 de septiembre de 2012

Galletas de lavanda y chocolate negro.

Aroma en el jardín, en la cocina, y en nuestro aliento.


INGREDIENTES:
 200 g de harina.
50 g. de azúcar lustre.
150 g. de mantequilla o margarina a temperatura ambiente.
Media yema de huevo.
Un par de cucharadas de flores de lavanda.
Una pizca de sal.
100 g. de chocolate al 70% de cacao.


Batimos la mantequilla y el azúcar hasta obtener una masa espumosa. Añadimos la yema y mezclamos. Tamizamos la harina, la sal y las flores de lavanda, y amasamos hasta obtener una pasta firme. La envolvemos en papel film y la dejamos reposar media hora en la nevera. Hacemos pequeñas bolas con la masa y las colocamos en una bandeja de horno (con plancha de silicona o papel de hornear). Presionamos cada una de las bolas con el dedo o el nudillo para hacer un pequeño hueco que más tarde rellenaremos con el chocolate. Horneamos a 190 grados hasta que las galletas comiencen a dorarse. Las dejamos enfriar en la bandeja (en caliente son sumamente frágiles y blandas) mientras derretimos el chocolate al baño maría (o en el microondas, removiendo cada 30 segundos para evitar que se queme). Lo vertemos  en los huecos con mucho cuidado y dejamos endurecer a temperatura ambiente. ¡Ya veréis qué sabor y qué aroma!

6 comentarios:

  1. Nunca se me ha ocurrido cocinar con flores, pero tus galletas tienen muy buena pinta. Como tus recetas en general... Un besote.

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  2. en casa tengo azúcar de lavanda, así que haré pequeñas modificaciones y prepararé estas galletas ;)

    Salu2. Paula

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  3. Ah, pues estupendo. ¿El azúcar de lavanda lo haces tú? Tiene pinta de quedar genial en infusiones también!

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  4. Tienen muy buena pinta! Nunca hemos usado lavanda, así que lo tenedremos pendiente para las próximas veces!
    http://juegodesabores.blogspot.com.es/

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  5. Corinne, mi actual casera, me ha pepdido la receta porque en su huerto crece la lavanda a toneladas. Se la traduciré al inglés y se la pasaré. Dentro de unos días, olerá toda la casa a lavanda...

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  6. Pues seguro, porque si ya huele la flor cortada, imagínate en el horno...

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