Hoy traigo una tarta de decoración llamativa pero no por ello menos sabor. El dulce intenso y cremoso de la cobertura contrasta con el bizcocho ligeramente amargo y esponjoso (pero para nada seco). Una tarta para comer en porciones pequeñas.
La cobertura es la clásica "Buttercream de Nutella" y el bizcocho es el ya usado en la Tarta de chocolate sin gluten, pero horneando toda la cantidad para tener una tarta más grande. Esta de la foto dio para 16 porciones (una por cada rosa). Os vuelvo a copiar las instrucciones:
Bizcocho de chocolate amargo:
180 g. chocolate negro.(70% cacao)
25 g. mantequilla
6 huevos
25 g. de azúcar glass.
Separamos las claras de las yemas en cuencos diferentes. Ponemos al baño maría el chocolate y la mantequilla y mientras tanto batimos las yemas con 15 g. de azúcar glass hasta obtener una mezcla espumosa y blanquecina.
Montamos las claras a punto de nieve (si tenemos un poco de cremor tártaro podemos usarlo para que queden más firmes). Añadimos el azúcar glass restante (10 gramos) y seguimos batiendo hasta integrar.
Mezclamos el chocolate y la mantequilla, que ya estarán derretidos, con las yemas batidas. Añadimos un poco de merengue (al principio la mezcla estará muy espesa). Mezclamos el resto de las claras procurando no batir, con movimientos de abajo a arriba, hasta tener una mezcla homogénea.
horneamos a 170 Cº 15/20 minutos. Tiene que quedar cuajada pero no reseca, es preferible que se quede algo cruda por el centro.
Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente antes de cubrir con la crema de mantequilla y avellana.
Para la "Buttercream de Nutella" usaremos:
200 g. de mantequilla a temperatura ambiente.
350 g. de azúcar glass.
3 cucharadas colmadas de crema de avellanas "Nutella"
3 cucharadas soperas de leche
Con las varillas, batiremos la mantequilla e iremos añadiendo el azúcar glass y la leche, poco a poco, hasta obtener una crema espumosa. Añadimos la crema de avellanas y batimos bien. Podemos añadir más crema de avellanas si deseamos un sabor más intenso.
Una vez frío el bizcocho, (de otra manera la crema de mantequilla se derretirá y no guardará la forma) cubrimos con una ligerísima capa de crema, y decoramos al gusto.
Si guardamos la tarta en la nevera, la decoración se endurecerá ligeramente. Yo aconsejo preparar la cantidad que se vaya a consumir en máximo dos días y conservar a temperatura ambiente.