jueves, 24 de junio de 2010

Hojas de parra rellenas de arroz y carne al curry.

Este es un plato muy laborioso pero sinceramente creo que merece la pena, sobre todo si vamos a hacer muchas unidades y guardamos parte de ellas en el congelador para futuros imprevistos/caprichos/cenas improvisadas ¡A trabajar!



INGREDIENTES (Para 12 paquetitos)

12 Hojas de parra (y alguna más por si se rompe alguna o para decorar)
Medio vaso de arroz.
Un diente de ajo.
Una cebolla.
Una zanahoria.
Un manojito de judías redondas.
Aceite de oliva.
Sal.
Curry en polvo.
100 g de carne picada(de ternera, pollo, cordero, o mixta)
Un limón.



Preparamos un ARROZ BLANCO con el arroz, el ajo, y un poco de aceite. Reservamos.

Cocemos las judías una vez lavadas y limpias de rabitos, hilos, trozos feos y demás impurezas. Mientras tanto, en una sartén honda pochamos las verduras: Cebolla y zanahoria picadas cuanto más fino mejor. Una vez sofritas, cuando la cebolla esté transparente y empiece a dorarse, y la zanahoria esté blandita, añadimos la carne picada, sin dejar de remover para deshacerla bien. Sofreímos a fuego vivo durante unos 10 minutos, removiendo y procurando que la carne se dore pero no se queme. Durante este tiempo las judías ya deberían estar cocidas, las añadimos bien escurridas y picadas a la mezcla de carne y verduras, y removemos bien. Añadimos un chorro de vino blanco. Echamos también una cucharadita de curry en polvo. Corregimos de sal al gusto y también podemos añadir algún tipo de picante (tabasco, concentrado de guindilla, o pimienta) Añadimos el arroz blanco que teníamos reservado, y mezclamos hasta que todo esté perfectamente integrado. Dejaremos enfriar para poder manipular mejor el relleno. Si en el fondo de la sartén se ha acumulado demasiado líquido, es mejor escurrirlo en caliente (Lo que yo he hecho ha sido volcar todo el relleno en un escurrepasta cubierto con varias hojas de papel absorbente)

Podemos aprovechar el agua de cocer las judías, que además ya estará caliente (con el consiguiente ahorro energético) para hervir las hojas de parra. Una vez que estén bien lavadas, añadimos al agua , el zumo de un limón, e introducimos las hojas una a una hasta que estén completamente sumergidas. Las dejaremos hervir durante cinco minutos más o menos, pero no a borbotones porque no queremos que se rompan.

Transcurrido ese tiempo, las sacamos con la ayuda de una espátula o espumadera, y las dejamos enfriar lo más estiradas posible (ahora viene bien no haberle cortado los rabitos).

Una vez alcancen una temperatura tolerable para nuestros deditos o dedazos, las vamos separando una a una y cortándoles ahora el peciolo, lo más cerca que podamos de la unión con la hoja.

Es justo ahí, de donde nacía el rabito, lo más cerca que podamos, donde colocaremos cada porción de relleno. Enroscamos la hoja hacia la punta de la misma, apretando bien cada vez, y antes de llegar al final, doblaremos hacia dentro la parte de hoja sobrante a izquierda y derecha. Terminanos de enroscar, y repetimos con todas las hojas restantes.

El último paso es freír los paquetitos en aceite de oliva muy caliente, para que la hoja quede crujiente y el interior tierno y calentito. Se puede tener todo preparado para freír en el último momento, si tenemos invitados en casa o no sabemos la hora exacta en la que nos sentaremos a la mesa.

He probado a congelar unas cuantas hojas rellenas, sin freír, para probar qué tal quedarían fritas directamente del congelador. Ya os contaré, y vosotr@s ¡Ya me diréis qué tal os sale el plato si os animáis con él!

Básicos: Arroz blanco.

Un plato tan humilde... y sin embargo tan rico y que combina con casi cualquier cosa.



INGREDIENTES:

Una medida de arroz (yo uso un vaso para cada dos personas)
Dos medidas de agua.
Una cucharadita de té de sal.
Un diente de ajo.
Un chorro de aceite de oliva.

Esta manera de cocinar el arroz en blanco tiene como resultado un arroz compacto, rico en almidón y jugoso, jugoso. Ideal para comer con huevos fritos y tomate, o cualquier salsa. No lo recomiendo para acompañar platos orientales, ni para hacer ensaladas.

En una cacerola sofreimos los dientes de ajo. Si nos gusta mucho los picaremos para que se mezclen con el arroz, pero si sólo queremos darle un aroma los sofreímos enteros y los retiramos antes del siguiente paso.

Cuando empiecen a amarillear, sin tostarse todavía, añadimos el arroz, y removemos bien, haciendo que todos los granos se impregnen de aceite. Rehogamos un minuto (de ahí que no dejemos tostarse el ajo antes de añadir el arroz, para que en estos instantes en los que rehogamos el arroz, no llegue a quemarse), y añadimos el agua, mejor si está ya caliente, a punto de hervir.

Salamos, removemos hasta que comience la ebullición, y bajamos al mínimo posible sin que deje de hervir. Dejamos de remover entonces, y tras 20 minutos cociendo a fuego moderado estará listo. Dejamos reposar unos minutos, y servir.

lunes, 21 de junio de 2010

Bizcocho borracho de chocolate

Muy jugoso, aguanta varios días en la nevera, en óptimo estado,envuelto en papel de aluminio o film transparente.
Lo hice basándome en la receta de cake de chocolate con naranja confitada de Pepinho , sin naranja confitada, pero con almendra en granillo, y cambiando algunos ingredientes que no tenía, por otros que sí había por casa. Si no conoceis su blog id a visitarlo, porque no tiene desperdicio, todas y cada una de sus recetas son un éxito.



INGREDIENTES

185 gr. de harina.
70 gr. de cacao puro en polvo.
7 gr. levadura en polvo.
Una o dos pizcas de sal.
2 huevos grandes.
330 gr. de azúcar.
130 gr. de aceite de girasol.
Un yogur griego sin azucarar.
150 gr. de leche entera.
Almendra en granillo.



También usé su jarabe para mojar el bizcocho:
180 ml. de agua.
65 gr. de azúcar.
Dos chorritos generosos de ron(30-45 ml.)

Mezclamos los ingredientes secos: la harina, el cacao, la levadura y la sal. Por otro lado batimos los huevos, el azúcar y el aceite, y añadimos la mezcla de harina y cacao, y el yogur. Batimos bien hasta que la mezcla quede homogénea y sin grumos. Vertemos sobre un molde engrasado y enharinado y esparcimos por la superficie la almendra triturada.

Horneamos tras precalentar a 200º, durante diez minutos, y luego bajamos la temperatura a 150º. Apróximadamente en 40 minutos debería estar, lo comprobaremos antes clavándole una aguja de tejer o similar, y si sale sin pegotes es que está.

Mientras el cake se cocina dentro del horno, haremos el almíbar, poniendo a hervir el agua, y añadiendo el azúcar, removiendo sin parar hasta que se disuelva por completo. Sacamos del fuego y añadimos el licor. Antes de que se enfríe por completo el bizcocho, lo empaparemos con este sirope por todos lados, incluso la base. Cuando creamos que ya no admite más líquido, todavía le echaremos un poco más :-D

Pepinho recomienda envolverlo en papel film una vez frío, y guardarlo en el frigorífico. También dice que estará todavía más rico pasadas unas 48 horas de reposo, pero eso en mi casa alcanza la categoría de leyenda, porque ninguna de sus recetas podría aguantar tanto tiempo viva aquí.

miércoles, 16 de junio de 2010

Pan de maíz con nueces y arándanos.



INGREDIENTES

200 g. de harina de maíz.
300 g. de harina de trigo.
25 g. de levadura fresca.
Una pizca de sal.
Agua.
Arándanos deshidratados y nueces peladas y picadas.



Mezclamos las harinas y la sal en un cuenco grande, y formamos un hoyo en el centro a modo de volcán. Deshacemos con los dedos la levadura prensada en este hoyo, y añadimos medio vaso de agua tibia (menos de 30º). Frotamos la levadura con un poco de harina de los bordes del hoyo y agua; y dejamos fermentar esta mezcla, tapada con un paño de cocina limpio y húmedo.

Media hora más tarde, cuando la mezcla esté burbujeante, echamos los frutos secos y mezclamos con la harina restante y la masa fermentada, añadiendo agua en la medida necesaria para obtener una masa consistente, manejable, y que no se quede pegada a los dedos (Cantidad orientativa 300 ml) Si nos queda demasiado blanda siempre estamos a tiempo de añadir más harina. No hace falta amasar mucho. Dejamos levar una hora tapado con un paño húmedo.

Pasado este tiempo le damos unos golpes y aplastamos el pan para desgasificarlo, y formamos una bola con la masa. Hacemos un corte profundo en forma de cruz y dejamos reposar otra media hora.



Precalentamos el horno y introducimos un recipiente resistente al calor, lleno de agua, para formar un vapor que se traducirá en una corteza crujiente. 190º durante 25 minutos, vigilando siempre que no se tueste demasiado.

miércoles, 9 de junio de 2010

Soufflé de queso

Corrí desde la cocina al comedor sujetando el soufflé con las manoplas acolchadas, saltando sobre los gatos y esquivando obstáculos que diez segundos antes no estaban ahí, a toda velocidad, nadie que estuviese mirando en ese momento pudo verme, y aun así, a pesar de mi aceleración imposible, de mi supervelocidad salvaje, el soufflé se bajó mientras cogía la cámara ya encendida y enfocaba el centro de atención. Qué difícil es fotografiar un soufflé, madre mía!



INGREDIENTES

500 ml. de leche.
100 g. de mantequilla.
4 cucharadas de harina.
150 g. de queso rallado emmental.
3 yemas de huevo
5 claras de huevo.
Sal y pimienta.

Hacemos una bechamel con la mantequilla, harina y leche, ya sabeis: Derretimos la mantequilla, añadimos la harina y removemos hasta que se tueste un poquito, vamos añadiendo la leche lentamente mientras removemos con unas varillas, hasta acabarla por completo y la salsa esté homogénea y espesa. Salpimentamos. Fuera del fuego ya, añadimos las yemas , integrándolas de una en una a la masa.
En esta bechamel añadimos el queso rallado hasta que se derrita, y si queremos poner algún ingrediente más, es el momento también de agregarlo. Reservamos y dejamos templar mientras montamos las claras (que no se enfríe del todo o se solidificará).

Montamos las claras a punto de nieve, primero batiendo despacio y a más velocidad al final. Cuanto más duras queden las claras, mejor.

Mezclamos las claras con la masa de queso un poco tibia ya, con movimientos envolventes, despacito, para que no se baje la espuma.

Vertemos sobre un molde de soufflé engrasado y metemos a horno precalentado, 200 grados durante 45 minutos. A mitad de cocción podemos cubrir con un papel de aluminio para que no se tueste demasiado la parte superior. Comprobamos que esté cocinado clavándole una aguja de tejer hasta el centro, y cuando salga limpia, está listo. Es mejor abrir cuantas menos veces el horno, mejor. Limpiar de obstáculos el pasillo y servir inmediatamente ¡Antes de que se desinfle!

lunes, 7 de junio de 2010

Fritos de chorizo 2.0

Esto es una revisión de los clásicos fritos de chorizo de mi abuela, una masa de huevo, harina, leche y levadura, donde a veces añade pescado, a veces chorizo o jamón. La abuela de Antonio los hace con espinacas y están también buenísimos.
La receta original se hace cogiendo cucharadas de masa y friéndolas en abundante aceite, pero he intentado hacerlos en la máquina de hacer muffins del Lidl, y el resultado ha sido este: Muy ricos y esponjosos, pero mucho menos pesados que los fritos, ya que la única grasa que llevan es la del chorizo.



Es un poco raro comer buñuelos de chorizo con forma de magdalena, pero una vez superado el prejuicio inicial, la bandeja se acaba enseguida.

INGREDIENTES para unas dos docenas de unidades pequeñitas

250 g de harina.
250 ml de leche.
2 huevos de gallina.
Una pizca de sal.
Un chorizo no muy curado, desmenuzado.
Un sobre de levadura en polvo.



Batimos ligeramente los huevos con la sal en un bol grande, y les añadimos la harina y la levadura. Vamos mezclando y batiendo con un tenedor mientras agregamos progresivamente la leche, hasta obtener una pasta sin grumos. Añadimos el chorizo desmenuzado y dejamos reposar unos minutos mientras calentamos el aceite si los hacemos fritos, o la "magdalenera".

En sartén: Vamos cogiendo cucharadas de masa procurando que en cada una vaya algún trozo de chorizo, y las echamos con cuidado en el aceite caliente. Al soltarlos en el aceite tienen que crepitar y flotar. Si se van al fondo es que el aceite no está lo bastante caliente. Repetiremos la operación cuando haya calentado lo suficiente. Los freimos por ambos lados, en tandas, y los vamos dejando escurrir sobre papel de cocina para que absorban la mayor cantidad de aceite sobrante. Servir calientes. Si agitamos la sartén mientras los freímos, se hincharán más y resultarán más esponjosos. Es recomendable ir quitando los restos pequeñitos de masa que se puedan desprender de los fritos, para que no se quemen y contaminen el aceite.

En máquina de hacer muffins o rosquillas: Una vez caliente, vertemos cucharadas de masa cuidando de que vaya algún trozo de chorizo, hasta llenar cada alveolo. Cerramos la tapa y dejamos hacer. En el caso del aparato del Lidl ha llevado 15 minutos cada tanda. La verdad es que se acaba antes friéndolos, pero se mancha mucho menos.

¡Que aproveche!