jueves, 14 de mayo de 2009

Pasta con peras y nueces y salsa Gorgonzola

Suena raro pero está rico. ¡Lo prometo!
Si no disponeis de queso gorgonzola, vale roquefort, stilton o cualquier otro queso azul.


INGREDIENTES (para dos personas)

Pasta fresca o seca, la cantidad que consumais habitualmente.
Una cebolla morada grandecita.
Un diente de ajo.
Dos cucharadas de zumo de limón.
500 ml de caldo de verduras.
250 mil de vino blanco.
Una pera grande no muy madura.
Diez nueces peladas.
75 g de gorgonzola.
Aceite de oliva.

En dos partes de caldo por una de vino blanco, cocemos la pera pelada y cortada en cuatro partes. Con 10 minutos debería bastar, pues se trata de que quede tierna pero firme. Una vez fría cortamos los cuartos en rodajitas, procurando dejar unos trozos bonitos para adornar el plato al final. Reservamos parte del líquido de cocción.

Sofreímos en aceite de oliva la cebolla cortada en aros, el ajo picado, y lo dejamos pochar hasta que la cebolla comience a dorarse. Añadimos entonces los trozos de pera, las nueces (podemos dejar alguna para adornar), un vaso del líquido donde hemos cocido la pera, y el zumo del limón. Dejamos cocinar todos los ingredientes otros diez minutos, añadiendo más líquido si se nos queda seco.

Añadimos el queso cortado en daditos y lo dejamos fundirse.

Mientras tanto, habremos cocido ya la pasta, y una vez escurrida, repartimos sobre ella la salsa de peras, nueces y queso. Adornamos con los gajos de pera y las nueces que hemos reservado previamente, y también podemos añadir unos taquitos de queso azul por encima.

Servimos muy caliente.



Si nos gustan los contrastes de sabores, podemos añadir una cucharada de azúcar moreno a la mezcla de ingredientes, cuando se esté pochando la cebolla, o tras añadir las peras y nueces pero antes del queso (para que le de tiempo a derretirse y mezclar su sabor con los demás ingredientes).

Nota: Al usar cebolla morada, y también los que añadais azúcar moreno, las peras se teñirán con los colores de estos ingredientes. No pasa nada, es normal.

¡Ya me contareis!